Ana Clavel multimedia. Analizan la obra de la escritora mexicana




Por Irma Gallo 

Distrito Federal, 28/07/15, (N22).- La fotografía, el complejo carácter
de Soledad (la protagonista), la indagación en los deseos oscuros y en la
historia mexicana no oficial, fueron elementos que engancharon a Jane E. Lavery
a Los deseos y sus sombras, de la escritora
Ana Clavel. Es por ello que, la profesora en Lenguas Modernas de la Facultad de
Humanidades en la Universidad de Southampton, Inglaterra, ha publicado The Art of Ana Clavel: Ghosts, Urinals,
Dolls, Shadows and Outlaw Desires (El arte de Ana Clavel: fantasmas, urinarios,
muñecas, sombras y deseos prohibidos).

La investigadora considera
que Clavel es una autora transgresora, “que se desmarca de la literatura de
fórmula, que le interesa hablar de lo no-normativo, que transgrede las reglas
preestablecidas, ya sean de moralidad, de sexualidad, sociales, históricas o
ideológicas”, pero principalmente que es la primera “escritora multimedia”
mexicana. Este término fue acuñado por Lavery,  haciendo referencia a la colaboración de la autora
con otros artistas visuales, diseñadores gráficos, escultores y fotógrafos.
“Ella empezó en los 80 a
publicar obras literarias pero rápidamente fue incursionando en el aspecto
multimedia. Hay ejemplos de escritores en América Latina que han utilizado
plataformas multimedia, como la chilena Diamela Eltit con Lumpérica, o Eugenia Prado; en México están Mario Bellatin o
Cristina Rivera Garza, pero Clavel es pionera en esta área en México”, dice la
profesora nacida en España. Sin embargo, añade que la escritora mexicana ha
rechazado la idea de ser una artista multimedia “por respeto a la tradición y
al oficio de quienes producen arte en un sentido más específico”.
La obra de Clavel es
considerada transgresora porque toma la ficción como base de exploraciones
multimedia pero, de acuerdo con Lavery, también se puede considerar “bizarra en
su indagación de los deseos oscuros, en la sexualidad no heterosexual
(bisexual, homosexual, orgiástica, fetichista, paidofílica, etc.), revelando
así un espectro de ansiedades y claroscuros de la sociedad mexicana contemporánea”.
La investigadora española
indaga profundamente en su literatura y afirma: “Muchos califican a Clavel como
una escritora erótica, pero creo que no se le puede encasillar en un género o
una sola forma multimedia: lo mismo foto-video, que intervención artística,
fotografía en instalación”. Lavery considera que su obra es de una maravillosa
pulidez estilística y resalta su profundo intelectualismo como autora: esto se
ve en sus conocimientos sobre las teorías y movimientos culturales de varios
campos ya sea en la historia del arte y la foto, como en las ciencias sociales
y la literatura misma. Sus referencias intertextuales demuestran también su
conocimiento extenso de la literatura nacional e internacional.  
La investigadora española y
Ana Clavel, han tenido la oportunidad de trabajar juntas en una charla sobre
literatura y multimedia en las instalaciones del diario The Guardian. Organizada por el British Council y la Embajada de
México en Reino Unido, se enfocó en el tema de las propuestas multimedia que
han generado las novelas de Clavel.
Sin embargo, la colaboración
se mantiene desde que en 2008, Lavery viajó a la Ciudad de México y coincidió
con el montaje de la exposición Las
violetas son flores del deseo
, conformada por muñecas de cartón, inspiradas
en el texto literario e intervenidas por artistas como Arturo Rivera, Gabriel
Macotela, Gustavo Monroy y la propia Ana Clavel. En ese entonces, se involucró
en la organización de la exposición y fue participe de la forma en que se crean
las piezas basadas en las obras de la autora.
 Para El
arte de Ana Clavel: fantasmas, urinarios, muñecas, sombras y deseos prohibidos,
la también colaboradora de diversas publicaciones (El Universal, La
jornada, Nexos, Letras Libres, etc), diseñó la portada que consiste en las
piernas de un maniquí unidas por un urinario, inspirado en el de Marcel
Duchamp.
Lavery explicó que próximamente
colaborará con la ONG Clipperton Project, que se enfoca en la interacción del
arte y el medio ambiente a partir de proyectos en los que interfieren artistas,
escritores, y científicos. También desea publicar este nuevo libro en español.
Otra de sus vertientes de la
investigación, es el que ha bautizado como “Boom femenino de escritoras
mexicanas” donde ha clasificado a Clavel. Menciona que no es un movimiento
literario propiamente, especificando que “se caracteriza por su heterogeneidad
en términos de género y forma: tenemos novela (Rivera Garza, Beltrán, Lavín,
García Bergua, Mastretta, Clavel), poesía (María Baranda, Pura López Colomé),
así como teatro y crónica (Elena Poniatowska, Guadalupe Loaeza, Cristina
Pacheco)”.
En 2010 coeditó –junto con
la catedrática Nuala Finnegan-, el libro The
Boom Femenino in México.
En este documento, las autoras proponen que
existen más que las escritoras de best
sellers
(Laura Esquivel y Ángeles Mastretta, entre otras) y reúnen a una
nueva generación de escritoras anti-fórmula, transgresoras a nivel literario y
temático, ente las que se encuentran: Clavel, Rosa Beltrán, Ana García Bergua,
Mónica Lavín y Cristina Rivera Garza. Estas, aseguran en el libro, “comparten
una preocupación por el lenguaje, juegan con la tradición que las precede,
apuestan por la fabulación como una forma de propuesta creativa desde el
lenguaje, pero a la vez no se desvinculan de su contexto histórico y social”.
“El cuerpo femenino, la
sexualidad heterosexual o no heterosexual, la identidad mexicana, la
globalización, el narcotráfico, los tabúes sociales, la inestabilidad política,
preocupaciones estéticas y la experimentación con los géneros literarios”, son
parte de la diversidad temática que se resiste a la clasificación y que son
manejados por este grupo de autoras.
Su propósito al dedicarse a
estudiar el trabajo de escritoras mexicanas y latinoamericanas, es cambiar la
percepción que existe en el mundo anglosajón respecto al concepto generalizado
y bastante limitado de que los escritores latinoamericanos producen literatura
de tipo mágico-realista (Fuentes o García Márquez) o que se produce ‘literatura
light’, de fórmula, de best sellers,
como la de Esquivel, Isabel Allende y Mastretta, de quién publicó un libro en
2005.
“Opino que hay una nueva
generación de escritoras como Clavel, Beltrán, Lavín y Rivera Garza, que están
a la sombra de estas percepciones. Y mi trabajo justamente busca darles
visibilidad y brindarles la atención crítica que se merecen en el mundo
anglosajón académico al que pertenezco” comentó en una pequeña librería travelling through cuyo concepto propone
inmiscuir a los asistentes en la cultura mundial, y donde está en venta –en el
estante de literatura latinoamericana- el texto de Jane E. Lavery, junto a las
traducciones de los best sellers de
Vagas Llosa, García Márquez, y La casa de
los espíritus
de Isabel Allende.

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