Hay que escribir con la cámara: Christiane Burkhard

  • Entendemos que el cine es lenguaje, el cine es escritura y es una escritura muy contemporánea. Estamos escribiendo con imágenes.

Por Yesenia Torres
Ciudad de México, 08/07/15, (N22).- “Filmar
con la cámara a la altura del corazón”, es el lema de Christiane Burkhard,
documentalista de origen alemán quién recibió recientemente el premio al mejor
ensayo en la Feria del Libro Independiente por su Libro En Camino Taan U Xiimbal.
La
cineasta, politóloga, investigadora y docente llegó a México hace poco más de
20 años. Es egresada del Centro de Capacitación Cinematográfica  y ha trabajado como curadora  de muestras de cine y ha sido becaria del
FONCA en diferentes ocasiones.
Dentro
de sus películas destacan Vuela Angelito
(2001),  La Emperatriz de México (2005) y Trazando Aleida  (2008) la
cual ganó en la categoría a mejor documental mexicano en el Festival
Internacional de Guadalajara, en el Festival de Memoria en Tepoztlán, en el
Festival de Cine de Morelia y en el premio José Rovirosa otorgado por la UNAM.
Su
más reciente proyecto documental lleva por nombre  En
camino Taan U Xiimbal
  un documental
que traza un viaje audiovisual a la memoria y en algunos sitios de excavación
arqueológica del Sureste de México. Ha sido presentado en Tijuana, Cuernavaca,
Mérida y fue estrenado en el marco del Festival Internacional de la Ciudad de
México (DocsDF) de 2014.

En camino Taan U Xiimbal  es una instalación interactiva pues tiende un
puente entre la literatura y el cine. En su trabajo explora una perspectiva del
viaje desde la mirada de un excavador y una metáfora a la memoria, mientras que
el libro editado por Editorial SUR+, fue su diario de viaje.

Tu trabajo prácticamente se marcó por trazar
un papel individual y a la vez preocuparte por tu rol en la sociedad. Eso
advierto en tu documental
Vuela angelito
(trabajo autobiográfico) y tu más reciente trabajo
En Camino, que lo has catalogado como un trabajo
autoetnográfico. ¿Cómo ha sido tu punto de partida?

Vuela angelito es ciertamente un punto
de partida en mi trayectoria, se puede decir que estaba en la búsqueda de un
lenguaje propio y, ciertamente, es un trabajo autobiográfico, una remembranza
de mis padres fallecidos en un accidente de avión y formalmente es una
experimentación con nuevos formatos de cine. De alguna manera empiezo con lo
que realmente se vuelve una especie de método en mi trabajo que es el uso de la
excavación.
La
excavación inicia porque hurgo en los materiales antiguos, en un celuloide que
ya no existe,  tengo un diálogo con las
imágenes que yo puedo crear en el presente y esa búsqueda trata de tocar la
ausencia, hacerla traducible para mí y hacia el público.

Creo que el tema de la memoria, de la
ausencia y la pérdida es algo que está presente en todas mis obras,
en Trazando a Aleida, La Emperatriz de México y por supuesto en mi último trabajo En camino donde estoy navegado una y
otra vez  sobre ese tema de maneras
diferentes.
De
alguna manera  paso de lo meramente
autobiográfico a después realizar  Trazando Aleida que lleva un toque
claramente político; luego hago una biografía de Marianne Frenk-Westheim en La Emperatriz de México y en este
momento estoy concluyendo un trabajo de investigación de dos años, En camino, y nuevamente es una
indagación de muchos ángulos que se
puede llamar autoetnográfico porque combino la primera persona con la
observación del entorno antropológico, político y cinematográfico
.
Este
momento de mi trayectoria ha sido un momento de reflexión, de mirar hacia atrás
y adelante y decir cuáles son mis estrategias para concebir y entender la
creación cinematográfica y literaria, una reflexión sobre las narrativas, en
este caso asumiendo una narrativa claramente fragmentada y abrazando la
metáfora de la excavación y la arqueología que para mí es una gran metáfora
para entender el procedimiento narrativo. Asumiendo que siempre va a existir
algo que falta, entonces la ausencia se
integra en la propia narración
.

¿Cuál fue la secuencia narrativa en imágenes
fragmentadas?

En camino es un diario de viaje y de
alguna manera esto determina una videografía fragmentada cuya continuidad
consiste en el devenir cotidiano de escribir literalmente y escribir con la cámara.
Fui
grabando lo que sucedía en el camino de mis investigaciones, es un diario de
viaje donde lo fragmentado emergió de forma natural con múltiples historias que
estaban sucediendo. Yo tenía que hacer un trabajo de selección y ordenamiento
al descubrir que los rumbos que estaba transitando con el video y los
fragmentos escritos, eran cuatro rumbos, que coincidían con la cosmovisión Maya
y los puntos cardinales.
Verdaderamente
el reto fue como unir esos fragmentos, quería apostarle a algo más experimental
pero tampoco quería hacer algo ilegible o roto, también quería hacer un trabajo
arqueológico en donde se pudiera hacer una reconstrucción personal. Entonces el
proyecto se volvió un proyecto expandido, un proyecto transmedia, está el libro
y en la página web. Al final termina construyendo un discurso múltiple.

En
camino
es tu debut como escritora. ¿Cuál
fue tu reto como documentalista para hacer este libro?
Lo
documental es un término bastante generoso, incluye la investigación en el
entorno social y político pero también cabe la apreciación personal y la mirada
periodística. Me gusta la idea de que somos seres que buscamos nuestra propia
voz pero también buscamos una expresión social, eso nos conforma como cineastas
documentalistas es una preocupación por el entorno, en mi caso pasa mucho una
mirada íntima, trato de generar una mirada íntima y me fijo mucho en los
detalles. Siento que un discurso se puede construir a partir de generalidades o
se puede construir a partir de pequeños fragmentos y de detalles y es una
mirada como un zoom.
Los
videos que acompañan al libro son una búsqueda de lo cercano y lo íntimo para
construir una narración.  La imagen es en
lo que yo me formé, la escritura ha estado presente siempre pero nunca lo pretendí
para publicar algo, para mí la escritura es una creación que acompaña las
imágenes, me ayuda a concebir y entender las imágenes. También me ayuda a
entenderme a mí misma, el uso de la metáfora, de la bitácora de campo… es algo
que promuevo mucho en mis clases. En este caso, lo que me tiene muy asombrada
es que esa escritura ya forma parte de un tríptico: libro, presentaciones y
video. Es algo que me da mucho gusto y me llena de mucho orgullo.

¿Cuál crees que es papel del documentalista?

Como cineasta documentalista queremos
contar historias, de alguna manera somos cronistas del otro.
Establezco una
relación hacia un tema, que se construye a partir de una mirada, de un interés
y de una empatía que pueda construir con alguna protagonista. Entonces somos
narradores, observadores, cronistas y trabajamos con lo que nos rodea y
escogimos ver.
El
término documental engloba una serie de prácticas cinematográficas, también
entra la mirada periodística, etnográfica, la experimentación formal, la
expresión personal y artística. Los que formamos parte del universo documental
en México hay una multiplicidad de prácticas, por eso es tan rico el
documental.
Hay
cada vez más gente que quiere ver documental que se debe a propuestas
maravillosas, podemos  ver desde La sal de la Tierra hasta un trabajo muy
experimental con etnografías.

¿Cuál es la importancia de rescatar algún
personaje, comunidad o lugar?

Es
un buen punto, cuando alguien trabaja con la memoria siempre es un trabajo de
rescate. Es trabajar con lo que falta para entender la historia, son reconstrucciones
históricas en un sentido personal o social.

¿Ahora te sientes más identificada con el
papel de escritora y con el de documentalista?
En
mi experiencia no hay tanta diferencia, es diferente tener un libro a ver una
película. Ahora que se presentó  el libro
fue muy bonito porque la editora lo presentó 
como un “libro-pelicula”. Yo no pretendía publicar mi primer libro, es
un proyecto transdiciplinario y creo que es importante entender que el libro es
complementado con las imágenes de la página web.
Lo
considero un trabajo muy holístico, intento hacer una analogía entre la
escritura a mano y la escritura con la cámara al corazón. Ambos ejercicios son
escrituras por eso se llama la videografía, la cinematografía… Entendemos que el cine es lenguaje también
pero es escritura, el cine es escritura y es una escritura muy contemporánea,
estamos escribiendo con imágenes
La
presentación del libro En camino  editado por SUR+ se presentará en La casa del
cine el día jueves 16 de julio a las 20:00 horas, la entrada  es libre.  Introducción y comentarios a cargo de la
autora, Gabriela Ruvalcaba, Bruno Varela, María Inés Roqué y Alfonso Díaz.
Imagen:http://on.fb.me/1IKcqnn
              http://bit.ly/1HOTtiq
              

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