Distrito Federal, 01/07/13 (N22).- Los avances más recientes de importantes proyectos de arqueología subacuática que se realizan en México, los cuales van de la Península de Yucatán a la de Baja California, y de arrecifes a cenotes, serán difundidos a través de un ciclo de documentales que tendrá lugar los martes de julio en el Museo Nacional de Antropología.
Tras la huella del Juncal: Crónica de una expedición, Un Galeón de Manila, Banco Chinchorro: Un legado en el mar, así como Cuevas y cenotes: El resguardo sagrado, son algunas de las historias que yacen bajo las aguas y que fueron narradas visualmente por realizadores de la Dirección de Medios de Comunicación del INAH.
Pilar Luna, titular de la Subdirección de Arqueología Subacuática (SAS), detalla que son 33 años los que esta institución lleva protegiendo de manera integral el patrimonio hundido de carácter paleontológico, arqueológico, histórico e industrial. Una tarea nada fácil si se consideran los 11 mil kilómetros de litorales y hasta 200 millas náuticas de aguas mexicanas.
La SAS se planteó desde un inicio como un espacio interdisciplinario para la recuperación de historias sumergidas, cuya evidencia material suele estar amenazada. En esta tarea, además de arqueólogos, historiadores, biólogos y otros profesionales, se han sumado las propias comunidades, los pescadores (que muchas veces sirven de informantes) y las autoridades.
Luego de un exitoso primer ciclo realizado en 2010, los documentales que se proyectarán los días 9, 16, 23 y 30 del mes próximo, en el Auditorio “Jaime Torres Bodet”, en punto de las 19:00 horas, retratan las diversas experiencias de este equipo de investigadores, vivencias que implican resistir inmersiones de más de una hora, condiciones adversas para la exploración y los embates de las olas.
La serie dará inicio con Tras la huella del Juncal, video que gira en torno a la búsqueda de esta nave que naufragó en 1631, y cuyos restos están perdidos en las profundidades de la Sonda de Campeche.
En la búsqueda de El Juncal, que era la nave almiranta de la Flota de la Nueva España, los investigadores han dado con valiosos documentos que describen la tragedia. “Lo que en realidad estudiamos es la sociedad del siglo XVII, la relación del hombre con el mar, estas redes extensas en comercio, en política, en intercambio cultural”, comenta la maestra Flor Trejo.
En el documental “el navío cuenta su historia, qué se siente ser un barco en medio de un mar furioso, tormentoso, intentado sobrevivir para llegar a un puerto seguro. Esto se va combinando con la investigación que hicimos entre mayo y junio de 2012 a bordo del buque oceanográfico ‘Justo Sierra’ de la UNAM”, detalla la etnohistoriadora.
En el Pacífico, la SAS impulsa el Proyecto Galeón de Manila. Entre las dunas de las costas de Baja California, se dispersan y ocultan los rastros de una de las primeras naos que partían de Filipinas rumbo al puerto de Acapulco.
El arqueólogo Roberto Junco, quien encabeza dicho proyecto, señala que lo que más abunda en el sitio es parte del cargamento: la porcelana, la cera, algunos objetos suntuarios, “pero también tenemos parte de la embarcación, láminas de plomo que recubrían el casco, pernos y clavos de hierro, un poquito de madera.
“Entonces —añadió— sí tenemos algunos aspectos del barco, probablemente el ‘San Felipe’ que zozobró en 1576. No tenemos en sí el naufragio, pero sí restos del cargamento y pequeñas partes del casco de lo que fue este galeón de Manila”.
Como la seda, el documental hila esta búsqueda que se realiza en pleno siglo XXI, con el intercambio de ideologías, sabores, olores y objetos, que se dio entre Oriente y la Nueva España a través de los largos viajes que emprendieron estas naves ibéricas hasta 1815.
Asimismo, el espectador que acuda al Museo Nacional de Antropología podrá conocer también la riqueza de Banco Chinchorro, en Quintana Roo, donde se han registrado alrededor de 70 sitios hundidos, como precisa la subdirectora de Arqueología Subacuática del INAH, Pilar Luna.
“En este sitio hemos trabajado siete temporadas cortas; Banco Chinchorro es parte de la gran barrera arrecifal de México, la Barrera Mesoamericana, que es la segunda más grande del mundo después de la australiana, y ahí hemos encontrado naufragios de los siglos XVI al XX”. Dentro del ciclo de documentales, también se mostrará un paseo virtual del lugar.
“Nuestra idea al presentar todos estos trabajos, es ver cómo se va de sitios con materiales prehistóricos hasta otros de hace mil años, o incluso algunos naufragios del XX o de principios de este siglo. El ciclo de documentales refleja el trabajo de la Subdirección de Arqueología Subacuática del INAH, y una de nuestras misiones ha sido compartirlo con el público”, concluye.
13MAG