«Paz se interesó por conciliar la raíz prehispánica con la española»: Ricardo Cayuela

*»Hay una gran inteligencia dialéctica y gran poderío metafórico”


*“El gran hallazgo es que es una reflexión poética, porque tiene un gran poderío metafórico y la otra es que no piensa que la esencia del mexicano sea inmutable»

Por Perla Velázquez

Distrito Federal, 18/04/13, (N22).-

Los escritores al morir pasan un proceso natural de limbo, es decir, se revisa
y se decanta su obra. Octavio Paz nunca entró a este limbo, porque es una obra
poderosísima, siempre vigente, que gravita como si se hubiera escrito ayer, dijo
en entrevista Ricardo Cayuela, escritor y director General de Publicaciones del Consejo
Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta).

La vigencia de la obra de Octavio
Paz, Premio Nobel de Literatura, sigue influyendo en las letras a 15 años de su
muerte. El poeta es considerado uno de los máximos exponentes de este género, quien
nació en tiempos de la Revolución mexicana y tuvo un pronto acercamiento a la
literatura gracias a su abuelo Ireneo Paz.
“Su obra se mide
como uno de los gigantes del siglo XX. Fue, antes y primero que nada, un poeta.
Él siempre se definió así, en nombre de la poesía agradeció el Nobel. Fue un
poeta que cambió mucho de su primer poemario a los últimos escritos; hay un
recorrido de indagación, de aprendizaje, de seducción hacia el surrealismo, hay
una gran inteligencia dialéctica y gran poderío metafórico”, explicó el también
editor.
Octavio Paz comenzó a desenvolverse
en el arte de la poesía y la prosa a muy temprana edad. Fue considerado como el
escritor mexicano más joven y prometedor, pues a sus 19 años ya había publicado
sus primeros poemas en la revista Barandal.
Cayuela lo recuerda como “un poeta precoz, pero cuando ya era mayor fue un
poeta joven porque su poesía siempre está viva.
“Sus escritos están muy anclados
a la vida, se puede narrar o entender algunos aspectos de ella gracias a la
poesía. Al mismo tiempo captura el instante, como lo hace toda la poesía
universal. No olvidemos que los hombres estamos hechos de lo mismo: anhelos y ensoñaciones.
La poesía de Paz toca esa alma universal”, aseguró Ricardo. 
En 1937 el escritor publicó Libertad bajo Palabra y en 1950 El laberinto de la soledad, obra que
escribió para intentar reflexionar sobre la identidad de un pueblo en el transcurrir de la
historia. Según con Cayuela, lo que propone en el Laberinto es una reconciliación
de nuestras dos ramas: la indígena y la española. Pero más allá, el libro está
vigente porque es una visión en transformación sobre la lectura que hace Paz
del mexicano.
“El gran hallazgo es que
es una reflexión poética, porque tiene un gran poderío metafórico y la otra es
que no piensa que la esencia del mexicano sea inmutable que esté dada y ya no
se pueda modificar. Sino primero es un producto de la historia y segundo que
está en constante transformación”, comentó Cayuela, quien en 2008 editó Las palabras y los días. Una antología
introductoria de Octavio Paz.

A pesar de vivir en una sociedad con bajos niveles educativos, gracias a su intelecto, representó papeles clave dentro de la esfera del poder, rol que han jugado varios personajes intelectuales y no fue algo exclusivo del escritor. Él fue uno de los más brillantes miembros de su
generación. La idea de la Revolución lo acompañó de manera permanente; nunca fue
comunista, pero sí compañero de ruta del comunismo, hasta que descubrió los
horrores del comunismo real.
Aunque fue embajador en la India, no fue integrante de algún partido. Él era un intelectual
interesado en la vida pública, es decir, un erudito que sus palabras tenían peso, por ser contundentes, inteligentes
y creíbles.
“El no creía en el capitalismo,
pero intentó conjugar las libertades del capitalismo con la solidaridad del
socialismo, porque el de la URSS era un fraude”,
afirmó Ricardo Cayuela.
Este 19 de abril se cumplen 15
años del fallecimiento del Octavio Paz, ensayista, poeta y uno de los
mejores exponentes del siglo XX.
“Toda la obra de Paz está abierta
a la interpretación, a la relectura y al descubrimiento que es el milagro de
los clásicos. Al leer a Paz se entra a un mundo maravilloso”, finalizó el
escritor.

Imagen: http://bit.ly/2egeFZ4
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