Nina Simone, la voz del ébano


Por Víctor Gaspar (@gasparvictor)

Ciudad de México, México, 18/02/13, (N22).-

“La gran cultura de la negritud está en la voz de Nina Simone, en esa manera de frasear que rompe el alma precisamente. Este compromiso social y político, que la llevó a autoexiliarse de su patria, de Estados Unidos, que además era su patria de trasterramiento (porque no hay que olvidad que todas las personas de raza negra provienen de África). Fueron traídos, arrancados de su patria y ellos crearon ahí su propia cultura, contracultura, y en Nina Simone es un emblema de esa contracultura”, comentó el periodista Pablo Espinosa

Nina Simone, que en realidad se llamaba Eunice Kathleen Waymon, nació un 21 de febrero de 1933. Desde pequeña estudió piano y en 1958 su primer álbum salió al mercado, sin embargo muchos años trabajó como compositora para otros artistas.

“La manera de frasear de Nina Simone rompe el alma, sencillamente rompe el alma. No tiene medias tintas, no es una cantante se caracterice por el virtuosismo o por la cantilación o por el manierismo, es una diosa que baja del Olimpo y nos trae los rayos y las centellas en las manos y en la garganta y todo lo vacía frente al piano. Además, es muy interesante, ahora que dije piano, el piano es su primer interlocutor”, agregó Espinosa.

Simone se consagró al blues, jazz y el folk, tuvo como influencias a Duke Elligton y a Martin Luther King. Tras el asesinato del líder de los derechos civiles, Simone se mudó a Francia, lugar donde murió.

«De pronto, si ponemos atención, su discurso canoro va por un camino, el discurso de la historia va por otro, su expresión gestual y corporal, porque utiliza todo su cuerpo es un tronco, un tronco de ébano literalmente. Ahí cabe el lugar común – entonces tenemos la expresión, la línea melódica del piano, la línea melódica de, canora, de su voz, su expresión gestual y corporal, la historia. Todo eso hace una polifonía brutal, brutal», agregó.

¿Qué tanto permea su vida personal, el amor, el desamor, en canciones como The other woman, que es el abandono, la figura masculina?

Completamente porque hay una coherencia absoluta en Nina Simone, ella es una unidad. No es, como en el caso de muchos artistas o escritores que tienen una vida personal y en su escritura son lo contrario. Ella, cuando canta, vierte toda su experiencia vital, toda su experiencia personal y también eso explica el compromiso muy profundo que establece cuando canta. Si miramos a Nina Simone, como una olvidada, digamos que el eufemismo sería artista de culto, artista de culto la arropan quienes saben de música, quienes conocen se música y quienes tienen la capacidad de entender todas estas claves.

¿Fue fortuito su autoexilio en Francia? Porque cuando uno escucha a Nina Simone como ese río que arrastra troncos y rocas, uno puede pensar que en su canto resuena Brel, Piaf incluso cantantes un poco más contemporáneos como Serge Lama.

Efectivamente, le diste al clavo. Hay mucho de la bohemia del viejo París, con viejo París quiero decir el París clásico, el París de la vida bohemia que va más allá. Al principio dije que la clasificaban como cantante de cabaret. Sí, ahí está, encontró en este imaginario poético, colectivo, de la cultura francesa, un lugar para su desazón vital. Estas flores del mal que la habitaban, esta poesía maldita que cantaba. Insisto, poesía maldita que cantaba y hubiera estado cantando una canción pop conocida, que no tiene, que en apariencia es inocente. Es ese ímpetu emocional el que determina, con una tesitura muy única, una constitución orgánica muy especial, llámase su cuerpo troncos… pero su garganta, las cuerdas de cuando canta tu puedes observarlas cuando… sus cuerdas vocales son gruesísimas, son rasposas. Nunca las he visto pero cada vez que canta las puedes ver, definitivamente.

También tiene es insolente frente a la religión en canciones como Forbidden fruit, en donde en donde su sonoridad es jocosa. Suena con un ritmo sencillo, como canción de escuela, que puede ser muy pegajoso.

Están Adán, Eva, la manzana, la serpiente, la tentación y de nuevo la manzana horneada en un pay.

Y que tiene otras connotaciones. Varios artistas han recurrido a esta canción, metáfora, emblema que también significa los colgados, los ahorcados, la injusticia. Es un emblema de de la injusticia. Los colgados, los ahorcados, por sometimiento social, por sometimiento del poder. Es una metáfora y es también una demostración más de que Nina Simone es una revolucionaria en el mejor de los sentidos, es una insurgente, es una insubordinada. Sí, para eso se necesita insolencia pero también sentido del humor porque, cuando canta para ti y te agarra de la garganta y no te suelta, de pronto te hace una caricia y te dice una broma. Abarca todas las emociones humanas. Un poco como la música de Mozart, que no lo parece. La musica de Mozart está considerada como una música “infantil”, juguetona, pero contiene todas las emociones humanas. Mozart, al igual que su alumno Mahler, está pensando la muerte, constantemente, en las sombras, en la tristeza, etc. Pero esta Mozart negra no se anda con linduras, siempre lo dice tal cual es, con una honestidad y una sinceridad brutal, es brutal.

Otra canción emblemática es Porgy and Bess…

Claro. Que también la define en plenitud. Su posición contestataria social. Eso es un poco el origen del libreto de Porgy and Bess, que curiosamente su autor es blanco, pero entendió ese mensaje y lo transmite. Aunque, digamos, en ópera hay pasajes dulces, un poco Hollywood. Pero en Nina Simone cobra vida y con Nina Simone, tenemos a esta pareja trágica en un contexto social de opresión, en un contexto pobre y sobre todo el amor. Esa es el agua tibia de la música de Nina Simone, siempre el amor, siempre lo positivo en medio del fango, como una flor de loto, nace precisamente en el fango. De ahí nace la belleza, hace belleza. Y también emblematiza, ejemplifica todo este territorio que abarca Nina Simone, que es total, que es la ópera, la música de concierto, la elegancia del music hall y bueno, obviamente, lo conocido, el jazz, el soul , el gospel, que ese es el origen. Nina Simone es una pueblerina, del mismo pueblo donde nació después Michael Nyman, que es escuchada por alguien sensible y con recursos económicos y la oyen en la iglesia y se va a estudiar a la Julliard. Pocos ubican a Nina Simone como una condiscipula, aunque no sea en el tiempo, en la mísma generación estudiantil, de Leonard Bernstein y de los grandes maestros de las salas de concierto. Nina Simone es una artista formada como autora, porque también es compositora de música de concierto. Entonces esta mezcolanza es, tu dijiste la palabra insolente, aquí me gusta este término para esta mezcla que ella hace, deliciosamente insolente poner la música del fango con la música del smoking y hacer algo nuevo.

¿Cómo reencontrarse con Nina Simone?

Están las grabaciones, por supuesto. Yo insisto en verla en los DVDs, hizo varias presentaciones en Montreaux y poner atención, también sería un ejercicio interesante, a escuchar Isn’t it a pity? con Harrison, con su autor, y escucharla con ella. Y luego regresar a Harrison, definitivamente ya no será la misma canción que teníamos en la mente. Y así con las que hizo de Eric Burdon, con la de Jacques Brel, muchas. Bob Dylan también. Ella hizo improntas, creo obras nuevas de piezas que creíamos conocidas y desde el Olimpo sigue cantando y suena en estas cosas que se llaman discos compactos, en i Tunes o en donde quiera que sea. Gracias a la tecnología esta artista olvidada, esta artista olvidada, dolida, está al alcance de nuestros corazones, de nuestros oídos, de nuestros corazones.

Imagen:http://bit.ly/1302TE4

13AM

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