Distrito Federal, 26/07/12 (N22).- La reciente apertura de El Cóporo, en
el noroeste de Guanajuato, amplía el panorama arqueológico de esa región, la
cual por mucho tiempo se pensó que en tiempos prehispánicos fue habitada solo
por tribus chichimecas. Las recientes investigaciones indican que fue la
frontera entre Mesoamérica y Aridoamérica, un lugar de interacción cultural con
antiguos centros políticos de Los Altos de Jalisco, sureste de Zacatecas y
noroeste de San Luis Potosí.
El
Cóporo —enclavado en un cerro del Valle de Ocampo—, dijo, es uno de los 14
sitios prehispánicos que podrán recorrerse antes de finalizar la presente
administración, siendo Guanajuato el estado que ahora cuenta con más zonas
arqueológicas nuevas. Esta cifra quintuplica lo hecho en décadas anteriores en la
materia.
Cóporo —enclavado en un cerro del Valle de Ocampo—, dijo, es uno de los 14
sitios prehispánicos que podrán recorrerse antes de finalizar la presente
administración, siendo Guanajuato el estado que ahora cuenta con más zonas
arqueológicas nuevas. Esta cifra quintuplica lo hecho en décadas anteriores en la
materia.
Anunció
que en los próximos meses, gracias al esfuerzo del Instituto Nacional de
Antropología e Historia (INAH-Conaculta), serán abiertos San Miguelito, en
Quintana Roo; Lagartero e Iglesia Vieja, en Chiapas; El Pañhú, en Hidalgo, y
Atzompa, en Oaxaca. De ésta última destacó el reciente hallazgo de un templo
funerario de más de mil años, que contiene tres criptas, una de ellas
profusamente decorada con pintura mural.
que en los próximos meses, gracias al esfuerzo del Instituto Nacional de
Antropología e Historia (INAH-Conaculta), serán abiertos San Miguelito, en
Quintana Roo; Lagartero e Iglesia Vieja, en Chiapas; El Pañhú, en Hidalgo, y
Atzompa, en Oaxaca. De ésta última destacó el reciente hallazgo de un templo
funerario de más de mil años, que contiene tres criptas, una de ellas
profusamente decorada con pintura mural.
Por
su parte, Alfonso de Maria y Campos, director general del INAH, reiteró que
durante este sexenio, la institución “rebasará todas las metas históricas en
cuanto a restauración, conservación y creación de nuevos espacios culturales”.
su parte, Alfonso de Maria y Campos, director general del INAH, reiteró que
durante este sexenio, la institución “rebasará todas las metas históricas en
cuanto a restauración, conservación y creación de nuevos espacios culturales”.
Desde esta
perspectiva —continuó— “conservar el pasado es asegurar nuestro presente. Tal
afirmación ha sido el espíritu que ha guiado la política de investigación,
protección y gestión cultural. Lo mismo en antiguos conventos, como el de Santo
Domingo de Yanhuitlán, en Oaxaca, como la construcción de lo que será el primer
gran museo arqueológico de Cancún, ciudad que hasta hoy no tiene un espacio de
este tipo”.
perspectiva —continuó— “conservar el pasado es asegurar nuestro presente. Tal
afirmación ha sido el espíritu que ha guiado la política de investigación,
protección y gestión cultural. Lo mismo en antiguos conventos, como el de Santo
Domingo de Yanhuitlán, en Oaxaca, como la construcción de lo que será el primer
gran museo arqueológico de Cancún, ciudad que hasta hoy no tiene un espacio de
este tipo”.
En
lo que respecta al programa para la apertura de zonas arqueológicas, como es el
caso de El Cóporo, se establecieron criterios básicos: la investigación, la
certeza jurídica de la tenencia de la tierra y la dotación de servicios para la
comunidad. Todo ello dentro de propuestas que integran la conservación del
entorno y evalúan el impacto económico.
lo que respecta al programa para la apertura de zonas arqueológicas, como es el
caso de El Cóporo, se establecieron criterios básicos: la investigación, la
certeza jurídica de la tenencia de la tierra y la dotación de servicios para la
comunidad. Todo ello dentro de propuestas que integran la conservación del
entorno y evalúan el impacto económico.
El
arqueólogo Carlos Alberto Torreblanca, coordinador del proyecto arqueológico El
Cóporo, brindó un recorrido por el sitio a la comitiva, integrada también por
José Ángel Córdova Villalobos, secretario de Educación Pública; Héctor López
Santillana, gobernador de Guanajuato, y Raúl Castillo López, presidente del
Ayuntamiento de Ocampo.
arqueólogo Carlos Alberto Torreblanca, coordinador del proyecto arqueológico El
Cóporo, brindó un recorrido por el sitio a la comitiva, integrada también por
José Ángel Córdova Villalobos, secretario de Educación Pública; Héctor López
Santillana, gobernador de Guanajuato, y Raúl Castillo López, presidente del
Ayuntamiento de Ocampo.
Destacó que fue a
partir de la colaboración entre los gobiernos federal, estatal, y municipal,
bajo un esquema autosustentable, que se logró la puesta en valor de varios
conjuntos arquitectónicos de este antiguo centro de poder que, entre 500-900
d.C., llegó a dominar cerca de 30 asentamientos del Valle de Ocampo, en el
noroeste guanajuatense.
partir de la colaboración entre los gobiernos federal, estatal, y municipal,
bajo un esquema autosustentable, que se logró la puesta en valor de varios
conjuntos arquitectónicos de este antiguo centro de poder que, entre 500-900
d.C., llegó a dominar cerca de 30 asentamientos del Valle de Ocampo, en el
noroeste guanajuatense.
Sus vestigios
arquitectónicos son testimonios de la compleja estratificación social que tuvo
El Cóporo —ubicado a 15 kilómetros al sur del municipio de Ocampo—, que incluyó
sacerdotes gobernantes, militares, administradores, comerciantes, alfareros,
lapidarios y campesinos, entre otros sectores.
arquitectónicos son testimonios de la compleja estratificación social que tuvo
El Cóporo —ubicado a 15 kilómetros al sur del municipio de Ocampo—, que incluyó
sacerdotes gobernantes, militares, administradores, comerciantes, alfareros,
lapidarios y campesinos, entre otros sectores.
Torreblanca,
coordinador del proyecto arqueológico, explicó que después de pasar por una
pequeña área que tuvo un uso habitacional, el Conjunto Gotas, ubicado en las
laderas del Cerro Cóporo, es uno de los puntos de mayor interés, pues fue el
espacio cívico-administrativo donde se concentraba un buen número de personas
en sus dos plazas, una de ellas con una extensión de cinco mil m2.
coordinador del proyecto arqueológico, explicó que después de pasar por una
pequeña área que tuvo un uso habitacional, el Conjunto Gotas, ubicado en las
laderas del Cerro Cóporo, es uno de los puntos de mayor interés, pues fue el
espacio cívico-administrativo donde se concentraba un buen número de personas
en sus dos plazas, una de ellas con una extensión de cinco mil m2.
Luego
de recorrer el Conjunto Gotas, el visitante del sitio emprende el ascenso hacia
el Conjunto Cóporo, que se halla en la cima del cerro —a una altura de 156 m—.
Durante el trayecto podrá admirar la vegetación semidesértica, los paredones
rocosos, arroyos y manantiales, que hacen único a este lugar. Para ello, se
acondicionaron zonas de descanso y se habilitaron miradores.
de recorrer el Conjunto Gotas, el visitante del sitio emprende el ascenso hacia
el Conjunto Cóporo, que se halla en la cima del cerro —a una altura de 156 m—.
Durante el trayecto podrá admirar la vegetación semidesértica, los paredones
rocosos, arroyos y manantiales, que hacen único a este lugar. Para ello, se
acondicionaron zonas de descanso y se habilitaron miradores.
“El
Cóporo muestra una adaptación a su entorno, así como la planeación de sus
distintos espacios en función a su cosmovisión antigua. En la parte baja se
concentraban las funciones públicas y áreas habitacionales; en tanto, ‘la
región celestial’ se hallaba en la parte alta, pues allí es donde se localiza
el basamento piramidal, residencia del dios tutelar del sitio”, expresó.
Cóporo muestra una adaptación a su entorno, así como la planeación de sus
distintos espacios en función a su cosmovisión antigua. En la parte baja se
concentraban las funciones públicas y áreas habitacionales; en tanto, ‘la
región celestial’ se hallaba en la parte alta, pues allí es donde se localiza
el basamento piramidal, residencia del dios tutelar del sitio”, expresó.
En
ese sentido, anotó el investigador del Centro INAH-Guanajuato, es posible que
la deidad principal de El Cóporo haya estado relacionada con el sol, pues sus
edificios principales están alineados con el recorrido del astro.
ese sentido, anotó el investigador del Centro INAH-Guanajuato, es posible que
la deidad principal de El Cóporo haya estado relacionada con el sol, pues sus
edificios principales están alineados con el recorrido del astro.
Para
900 d.C. —dijo—, ocurrieron conflictos internos que llevaron a un abandono
paulatino de la ciudad. “Se fueron algunas de las poblaciones campesinas que
daban sustento a la clase gobernante, y ésta comenzó a perder credibilidad. En
el ocaso del sitio, se incendiaron algunas partes de la ciudad como una forma
ritual de cancelarla”.
900 d.C. —dijo—, ocurrieron conflictos internos que llevaron a un abandono
paulatino de la ciudad. “Se fueron algunas de las poblaciones campesinas que
daban sustento a la clase gobernante, y ésta comenzó a perder credibilidad. En
el ocaso del sitio, se incendiaron algunas partes de la ciudad como una forma
ritual de cancelarla”.
Después
de 300 años deshabitado, hacia 1200 d.C., El Cóporo fue reocupado en temporadas
anuales por los guachichiles —grupo nómada perteneciente a los chichimecas—,
quienes dejaron evidencia de sus campamentos, y construyeron fogones con los
fragmentos de techos y muros de las construcciones abandonadas. Su modo de vida
perduró hasta el arribo de los españoles a la región.
de 300 años deshabitado, hacia 1200 d.C., El Cóporo fue reocupado en temporadas
anuales por los guachichiles —grupo nómada perteneciente a los chichimecas—,
quienes dejaron evidencia de sus campamentos, y construyeron fogones con los
fragmentos de techos y muros de las construcciones abandonadas. Su modo de vida
perduró hasta el arribo de los españoles a la región.
Sin
embargo, existió un pasado más antiguo que el periodo chichimeca, del que no se
hablaba y que se asociaba a sociedades estatales agrícolas mesoamericanas.
Estos antecedentes quedaron evidenciados en sitios como El Cóporo.
embargo, existió un pasado más antiguo que el periodo chichimeca, del que no se
hablaba y que se asociaba a sociedades estatales agrícolas mesoamericanas.
Estos antecedentes quedaron evidenciados en sitios como El Cóporo.
El
Cóporo
Cóporo
Ubicación
San José del Torreón, en el municipio
de Ocampo, Guanajuato.
de Ocampo, Guanajuato.
¿Cómo
llegar?
llegar?
Desde León, tomar la carretera hacia
San Felipe (carretera 87) hasta llegar al entronque San Felipe/Ocampo.
Continuar hacia Ocampo. Al llegar a Ibarra (a la altura de la caseta de
policía), gire a la derecha y tome la calle principal que atraviesa la comunidad.
Continuar hasta llegar al entronque Cabras/El Torreón. Girar a la izquierda
(dirección El Torreón). El Centro de Atención a Visitantes está 4 kilómetros
más adelante.
San Felipe (carretera 87) hasta llegar al entronque San Felipe/Ocampo.
Continuar hacia Ocampo. Al llegar a Ibarra (a la altura de la caseta de
policía), gire a la derecha y tome la calle principal que atraviesa la comunidad.
Continuar hasta llegar al entronque Cabras/El Torreón. Girar a la izquierda
(dirección El Torreón). El Centro de Atención a Visitantes está 4 kilómetros
más adelante.
Desde Ocampo, tomar la carretera hacia
León. Aproximadamente a 13 kilómetros de la cabecera municipal está la
desviación hacia El Torreón. Ahí, girar a la izquierda y continuar hasta dar
con el Centro de Atención a Visitantes, el cual se ubica 6 kilómetros más
adelante.
León. Aproximadamente a 13 kilómetros de la cabecera municipal está la
desviación hacia El Torreón. Ahí, girar a la izquierda y continuar hasta dar
con el Centro de Atención a Visitantes, el cual se ubica 6 kilómetros más
adelante.
Horario
de visita:
de visita:
Martes a domingo de 10:00 a 18:00
horas.
horas.
Cuota
de recuperación:
de recuperación:
$30.00 para mayores de 12 años
$10.00 para mayores de 5 y menores de
12 años.
12 años.
Foto: INAH
12MAG