DISTRITO FEDERAL, México, (N22/Conaculta).-
El 25 de julio se cumplen 90 años del natalicio de Antonio Alatorre, por esta razón el INBA rendirá un homenaje este 24 de julio a las 19:00 horas, en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.
Alatorre es considerado como uno de los principales defensores de la lengua española, a través de su labor como catedrático, ensayista y filólogo, le rindió culto a nuestro idioma.
El reconocimiento contará con la participación de algunos de sus colegas, como Javier Garciadiego, Sergio Téllez Pon, José María Espinasa, Carmen Galindo y Miguel Capistrán, quienes comentarán acerca de la vida y obra del escritor, uno de los más relevantes que haya tenido México.
Alatorre, quien falleció el 21 de octubre de 2010, y cumpliría 90 años este 2012, será recordado a través de una mesa, en la que se agradecerá sus aportaciones a las letras mexicanas.
El escritor llegó a El Colegio de México en 1948 como estudiante becario. Muy pronto, en 1950, Alfonso Reyes lo nombró profesor del entonces llamado Centro de Estudios Filológicos. Al terminar el año y hasta julio de 1952 estuvo becado en España y Francia como investigador.
De su periodo de formación, queda clara la importancia que tuvieron para él las enseñanzas de Raimundo Lida, fundador del Centro de Estudios Lingüísticos y Literarios, de quien Alatorre comentó en alguna ocasión: “En cuanto ente profesional, investigador de cosas de lengua y de literatura, como ser humano y profesional, mi paradigma es Raimundo Lida”.
El ejemplo de Lida, quien además fundó la Nueva Revista de Filología Hispánica, llevó a Alatorre a trabajar como colaborador gran parte de su vida en dicha publicación, gracias a lo cual empezó a desarrollar una obra propia como editor, traductor, filólogo y crítico. También fue el momento en el que se probó como profesor de múltiples generaciones de estudiantes.
Existen dos rasgos distintivos que se destacan en la obra de este autor. Una es la de ser, por sobre todas las cosas, maestro y el otro, está sintetizado en un verso de Antonio Machado: “Despacito y buena letra/ el hacer las cosas bien/ importa más que el hacerlas”. El quehacer intelectual del autor era el placer de hacer las cosas y hacerlas bien.
Antonio Alatorre estudió Derecho, sin terminar la carrera, en la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG), Letras en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y Filología en El Colegio de México.
Tomó clases en España y Francia, donde asistió a las cátedras de Marcel Bataillon y Edmond Faral, en el Collège de France, y de Raymond Lebergue, en la Sorbona. En México fue discípulo de dos grandes maestros: Juan José Arreola y Raimundo Lida.
En el Centro de Estudios Lingüísticos y Literarios editó (1952-1959) y dirigió (1960) la Nueva Revista de Filología Hispánica. Fue catedrático de educación media y superior desde 1943 e impartió cursos y conferencias en universidades de Estados Unidos, Japón e India. En 1990 fue nombrado profesor emérito de El Colegio de México.
Editó, con Juan José Arreola, y luego con Juan Rulfo, la revista Pan en Guadalajara (1945), e Historia Mexicana en El Colegio de México (1952-1959). Fue codirector, con Tomás Segovia, de la Revista Mexicana de Literatura (1958-1960), miembro del consejo de redacción de las revistas Diálogos y Nexos. Una de sus obras más conocidas es Los 1001 años de la lengua española (1979).
Obtuvo los premios Jalisco (1994), titular de la Cátedra Italo Calvino (UNAM, 1994) y el Nacional de Ciencias y Artes (1998) en el ramo de Lingüística y Literatura. Fue miembro de El Colegio Nacional desde el 26 junio de 1981.
Entre su obra se encuentran La tradición clásica: influencias griegas y romanas en la Literatura occidental (1954), Los 1001 años de la lengua española (1979), Más allá del horizonte (1980), Ensayos sobre crítica literaria (1993), Enigmas ofrecidos a la casa del placer de Sor Juana Inés de la Cruz (1994).
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