A través de elementos didácticos y reproducciones de las pinturas Valle de México (1875) y El puente de Metlac (1881), además de un conjunto de descripciones, preguntas y explicaciones, el público infantil conoce los pasos que siguió el paisajista mexiquense para producir tan prestigiadas obras.
“Con esta actividad, titulada José María Velasco. Su historia en la historia, se busca establecer un diálogo directo entre la vida privada y artística de este pintor con los visitantes, mediante una serie de información biográfica y sobre artes plásticas; y al mismo tiempo conozcan el México de la segunda mitad del siglo XIX a través de la mirada de Velasco, pintor y dibujante que vivió y capturó en sus obras momentos clave de la historia mexicana”, explicó Patricia Torres Aguilar, directora del recinto.
Asimismo, en dicha actividad, organizada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), se explica cómo este pintor llegó a ser considerado uno de los grandes representantes pictóricos de la Academia de San Carlos, donde por 13 años estudió las técnicas de aquella época —cuyo mentor fue el artista italiano Eugenio Landesio—, principalmente la pintura al óleo, que explotó ampliamente en la captura de paisajes naturales y urbanos del país.
En el espacio interpretativo, que permanecerá abierto hasta el 9 de septiembre, se exhibe la reproducción de la pintura Valle de México —cuyo original está en el Museo Nacional de Arte—, creada por Velasco en 1875, para participar al año siguiente en una exposición de Filadelfia, EU. A un lado de esta obra, se localiza una figura de tamaño natural del pintor, hecha en madera, en cuya mano derecha sostiene un pincel y en la izquierda una paleta de colores, simulando que en ese momento el paisajista realiza su obra.
A continuación, el público puede disponer de cuatro carpetas desplegables, con información en torno a la creación de Valle de México, la vida de Velasco y las técnicas pictóricas de ese momento. A través de una serie de preguntas e indicaciones se establece la interacción del visitante con los materiales que se exhiben.
En la primera carpeta, titulada Historia de un cuadro, Velasco relata (la narración se desarrolla como si el pintor lo estuviera contando) las razones por las que creó dicho paisaje, en qué lugar lo hizo, cuánto tiempo le llevó y todos los pasos que siguió para crear tan prestigiada obra, con la cual ganó una medalla de bronce y un diploma en la exposición de Filadelfia, en 1876.
En la segunda carpeta, nombrada Las caras de Velasco, “el pintor cuenta” su vida artística y personal en Temalcatzingo, hoy Estado de México; además narra su interés constante en la arqueología, al convertirse en dibujante del Museo Nacional, así como en la naturaleza, por lo que estudió botánica, física y zoología en la Academia de Medicina, lo que a su vez le permitió crear litografías de la flora e iconografía herbaria del Valle de México.
Un cuadro tras bambalinas es la tercera carpeta desplegable, en la que se explica de forma dinámica la parte formal de las técnicas y conceptos pictóricos: encuadre, líneas, formas, colores, composición, perspectiva, luz, texturas y bocetos.
La última carpeta, Para descifrar el paisaje, es un conjunto de preguntas que invitan al visitante a reflexionar sobre el sentido del paisaje Valle de México, sus características, su importancia histórica, la vinculación con el presente y el significado que tiene para cada observador, lo que a su vez permite entender la trascendencia de Velasco como testigo del devenir de México.
Como complemento, en la Sala La República Restaurada y el Porfiriato, los niños pueden admirar un diorama y la reproducción del óleo El puente de Metlac, obra de Velasco, creada en 1881; así como la réplica de una fotografía en blanco y negro de este mismo paisaje veracruzano, tomada en 1903 por Guillermo Kahlo, padre de la pintora Frida Kahlo.
Durante los fines de semana, al término de la actividad, los niños colorean algunos dibujos sobre el pintor mexicano o réplicas de algunas de sus principales obras, mismos que se pueden llevar a casa. También pueden divertirse y reforzar el conocimiento adquirido, armando diversos rompecabezas que refieren a la vida y obra de José María Velasco.