Antonio Sonora toma un personaje de Cortázar para construir una historia

DISTRITO FEDERAL, México, (N22).- 
El Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) invita al público a la presentación del libro Adiós a Rocamadour, de Antonio Sonora, actividad en la que participará el propio autor, acompañado por sus colegas Alberto Chimal y Miguel Antonio Lupián. La cita es el próximo miércoles 11 de abril a las 19:00 horas en la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes, en la Ciudad de México.
 El personaje principal del cuento Adiós a Rocamadour se apropia del nombre del hijo de La Maga en Rayuela (1963), de Julio Cortázar, para llamar así a su amante, a quien le escribe cartas “con la misma tristeza, poesía y dolor con que La Maga le escribía cartas a su hijo difunto”, anota Antonio Sonora: esto es “solamente un guiño” a la obra de este gran escritor. 
La impronta cortazariana, que se vislumbra a lo largo de estos diecinueve relatos, está en el “asunto subterráneo de los textos”: “en su brevedad, en el sentido casi poético de algunas ficciones, en los temas acerca de lo sobrenatural, en lo extraño y en la irreverencia que trato de imprimir en este libro”, asegura Sonora, en entrevista. 
En Adiós a Rocamadour, edición auspiciada por Museo Biblioteca PAPE, hay historias escritas por un narrador preocupado por balancear la evocación poética y la experimentación con el lenguaje, ya que “me interesa que lo que se está contando sea tan interesante como la forma en que lingüísticamente se esté construyendo el texto. Ambas cosas, tanto el lenguaje como la anécdota, deben tratarse”, enfatizó el autor.
 Las historias en Adiós a Rocamadour, a pesar de ser independientes entre sí, mantienen una suerte de correspondencia a través de los personajes de todos los relatos, porque ninguno de ellos se escapa de una visión común del mundo, y de lo fantástico, lo extraño y de compartir miedos y obsesiones. 
“El mundo parece ser algo muy similar, parece ser que a mis personajes les duelen las mismas cosas, aun y cuando sus situaciones son muy distintas entre sí. La influencia de Rocamadour es más bien un homenaje y una expresión de cómo nosotros los escritores nos apropiamos de los personajes de otros autores, y los incorporamos en nuestras propias historias individuales.”
Antonio Sonora (Monclova, Coahuila 1979). Autor de los libros de cuentos El diario de los lienzos (1999) y Piezas para un anticuario (2003). Ha colaborado en diversos medios, entre los que destacan El NorteEl FinancieroLa Jornada Semanal, la revista Punto de Partida y el periódico cultural La Manzana, entre otros. Coordina talleres de lectura y creación literaria. Becario del Programa de estímulos a la creación y desarrollo artístico de Coahuila en las emisiones 2002, 2006 y 2010. 
Foto: http://bit.ly/Hf7svF
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