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Desde el siglo XIX las actividades humanas han sido el principal factor de cambio climático que son los cambios de temperatura a largo plazo y la modificación de los patrones climáticos.
Un estudio publicado por el científico chino Quan Cheng relaciona el cambio de temperaturas con los accidentes cerebrovasculares, datos que fueron recogidos de 1999 a 2019.
Las temperaturas bajas hacen que los vasos sanguíneos se contraigan aumentando la presión arterial lo que facilita que se provoque un Ictus, afectando sobre todo a las personas de mayor edad.
En 2019, hubo 521.031 muertes por ictus de las cuales 474.002 se relacionan con las bajas temperaturas.
En últimas, científicos de la Clínica Cleveland descubrieron que distintas patologías neurológicas podrían aumentar a causa del cambio climático, por ejemplo, migrañas y demencias.
Al igual que la OMS anunció que el calentamiento global traería enfermedades en varios niveles, trastornos cardiovasculares, enfermedades respiratorias por destrucción de ecosistemas, mientras que las sequías e inundaciones déficit alimenticio.
(Con información de hipertextual)