Redacción/CDMX
La antigua ciudad romana de Pompeya fue destruida en el año 79 d.C. debido a la erupción del volcán Vesubio.
Actualmente se puede visitar ingresando al parque arqueológico de Pompeya y aunque pareciera una actividad turística más, hay algunos visitantes que roban fragmentos de las piedras para conservar un recuerdo de su viaje.
Esto ha traído consigo que algunos de los ladrones devuelvan las piezas por una supuesta maldición, tal es el caso reciente de una mujer anónima que devolvió los restos junto a una carta que expresaba su terror.
“No sabía nada de la maldición. No sabía que no debería haber tomado las piedras. Al cabo de un año me notificaron un cáncer de pecho. Soy una mujer sana, los médicos dicen que es simplemente ‘mala suerte’. Por favor acepte mis disculpas y estas piezas. Lo siento», son las palabras que la mujer mencionó en la carta.
El director del parque, Gabriel Zuchtriege respondió a través de la red social X, agradeciendo que haya devuelto los restos y deseándole suerte en su futuro.
Este no es un caso aislado, pues varios visitantes han devuelto lo robado alegando haber recibido una maldición. Para los expertos también es un infortunio, ya que esos objetos son difíciles de reubicar pues han perdido su contexto histórico y arqueológico.
El libro “La maldición de Pompeya. Superstición y arqueología. Historia de pequeños hurtos y arrepentimientos en todo el mundo», del periodista Antonio Cangiano, describe cómo la superstición sigue vigente y cómo es que quienes roban estas piezas pasan por eventos desagradables o trágicos.
Aunque las conexiones entre la mala suerte y el robo son seguramente coincidencias, todas las experiencias que han recopilado aumentan el misticismo que rodea a la ciudad romana.
(Con información de Deutsche Welle)