Redacción/CDMX
Muchas investigaciones científicas buscaban develar cómo funciona el cuerpo humano enfocándose en estudiar tres sistemas: el genoma, el proteoma y microbioma.
El genoma es la secuencia de ADN que posee cada organismo y que contiene toda su información genética.
El proteoma, el conjunto de proteínas que fabrican los genes, que son «los ladrillos esenciales de la vida».
Y microbioma, es el ecosistema de microorganismos que viven en el cuerpo y que son determinantes para la salud.
Por lo que empieza a crecer el interés en otro sistema fundamental para la vida, no solo humana sino también de plantas y animales.
La red bioeléctrica que hace funcionar a todo organismo, y que algunos científicos han empezado a llamar el «electroma».
«Entender el electroma es clave porque al intervenir en el proceso bioeléctrico del cuerpo podrían arreglar algo cuando salga mal ya sea por trauma, defectos de nacimiento o cáncer», asegura Sally Adee, divulgadora de la ciencia.
Mustafá Djamgoz, profesor emérito en Biología del Cáncer del Imperial College de Londres, es uno de los primeros científicos que está aplicando la bioelectricidad para tratar el cáncer.
Enfermedad que ocurre cuando las células crecen y se propagan de forma descontrolada.
Un dato revelador es que las células cancerígenas se tornan agresivas, y esto pasa cuando tienen a multiplicarse cuando son “eléctricamente excitables”.
Así que el científico descubrió que la clave para frenar ese crecimiento hiperactivo era cerrar las compuertas eléctricas de esas células.
O en otra palabras bloquear los canales iónicos, precisamente los canales de iones de sodio, que son los responsables de provocar la «excitación electrónica».
Utilizando fármacos para bloquear esos canales logró frenar la proliferación y propagación de células cancerígenas en animales.
Sin embargo, sostiene que ya tiene indicios de que la técnica también podría funcionar en personas.
Pero la bioelectricidad no solo tiene potencial para la cura del cáncer, ya que esa misma «excitación electrónica» puede ser usada para curar heridas.
Este hallazgo ha llevado a algunos científicos a intentar estimular la electricidad natural del cuerpo para acelerar la sanación de heridas.
Destacan que la red bioeléctrica del cuerpo funciona bajo los mismos principios fundamentales que aplican a todo circuito eléctrico, incluida la ley de Ohm.
Asimismo, es paradójico que el sistema bioeléctrico haya sido mucho menos estudiado que otros que gobiernan el cuerpo, ya que es mucho menos difícil de entender.
Expertos creen que el interés por usar la electricidad para usos médicos seguramente crecerá ahora que «está explotando el campo de la microelectrónica».
Y los limitantes como métodos conservadores se quedarán poco a poco en el olvido, por los resultado que están demostrando las nuevas generaciones científicas.
(Con información de BBC News Mundo)