Karen Rivera / Ciudad de México
La alcaldía Iztapalapa es la más poblada de la Ciudad de México con más de un millón 835 mil habitantes; sin embargo, desde hace más de una década enfrenta una importante crisis de agua y la calidad del líquido que llega a los hogares en esta zona es mala debido a la presencia de metales pesados en los pozos de extracción, así lo asegura un estudio reciente.
La investigadora del Departamento de Física de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Iztapalapa, Judith Cardoso, explicó para Noticias 22 que «para la alcaldía de Iztapalapa, el 79% proviene de los pozos que se extrae del subsuelo y el 21% restante viene del sistema Cutzamala y del Sistema Lerma. […] Los metales que hemos encontrado son metales pesados y metaloides los cuales después de algún tiempo pueden bioacumularse y generar problemas de salud».
Después de analizar 58 pozos de extracción en la alcaldía, sobre todo, los cercanos a las plantas de tratamiento, el equipo de la doctora Cardoso determinó las propiedades físico químicas del agua y encontró en la parte oriente de Iztapalapa un líquido contaminado con metales como manganeso y hierro.
«Esto es justamente lo que le da coloración, el mal sabor, el mal aspecto al agua cuando llega a los diferentes hogares. El gran problema es que la red necesita tener un mantenimiento permanente, cosa que no se hace, y que además mucho de esta tubería es bastante vieja, obsoleta, donde hay muchas fugas», agregó.
Debido a la escasez, la población consume agua embotellada, pero su potabilidad tampoco es una garantía. De acuerdo con la doctora Cardoso, las familias de esta comunidad acuden a las llamadas purificadoras o rellenadoras, pero se han encontrado en ellas altos contenidos de arsénico, plomo, micro plásticos y bacterias coliformes, causantes de enfermedades. Como alternativa, los especialistas de la UAM diseñaron filtros que ayudan en la potabilización.
«Son específicos para eliminar los metales que exceden y que tendrían que poner dentro de un tren de tratamiento que se tiene normalmente en estos purificadores, adicional uno más para que ahora de manera específica, selectiva, eliminan a estos metales», agregó.
Se espera que en no más de seis meses estos filtros lleguen a la sociedad.