Karen Rivera / Ciudad de México
Más allá de la atmósfera terrestre se encuentra uno de los mayores vertederos de basura generado por los humanos. De acuerdo con la Agencia Espacial Europea, existen aproximadamente 120 millones de desechos espaciales que miden entre un milímetro y un centímetro de largo; y más de 30 mil que tienen un tamaño superior a los 10 centímetros, esta es la nube de chatarra que cubre a la Tierra y puede representar una amenaza.
Para hablar sobre el tema, nos acercamos a la astrofísica Fatoumata Kébé, quien nos explicó que «los restos especiales son también un tema ambiental, no sólo en el espacio, sino también alrededor de nuestro planeta, que hace que estos restos se constituyen en desechos y, por lo tanto, hay que preservar este ambiente en torno a la Tierra. Y estos restos pueden llegar a destruir las condiciones de los satélites de los que dependemos todos los días y pueden alcanzar a la Tierra e impactar zonas habitadas, aunque sea muy raro, pero estos restos también penetran la atmósfera que debemos proteger».
Desde restos de guantes de astronautas, hasta fragmentos que generan los choques entre satélites, pasando por aparatos tecnológicos que fallaron y que fueron diseñados para quedarse fuera del planeta, son los objetos que se consideran basura espacial.
Hasta ahora se han lanzado al cosmos más 11 mil 800 objetos, la mayoría de ellos satélites, de los cuales un número mayor a 8 mil se encuentra orbitando y casi la mitad ya no está en operación.
«Son los satélites los que nos permitieron seguir la propagación del virus del Ébola hace algunos años. Entonces, la pérdida de estos satélites es un peligro a causa de la basura espacial y también el peligro de que, una vez en tierra, algunos desechos pueden permanecer casi intactos en el planeta», agregó.
Fatoumata Kébé, estuvo en México como parte del Festival de Arte y Ciencia El Aleph, aseguró que son los océanos los principales cementerios de la basura espacial. La NASA calcula que, si no se retiran, al menos, cinco objetos de gran formato al año, la situación será insostenible.
«La solución para el bienestar del espacio, limpiar el espacio de basura, es regresarla a la Tierra. Una primera solución. La segunda, es que cuando se lance una misión espacial se asegure que detrás de esta misión no haya desechos que se dejen posteriormente. Es decir, que cuando un satélite termine su misión, se le regrese a la Tierra», concluyó la experta.