De lo real a lo subreal, de Salvador Pizarro; Ausencias y presencias, de Aurea Aguilar, así como la colectiva Cuatro Elementos abrieron sus puertas al público en el emblemático espacio de la colonia Roma, donde su directora Cecilia Santacruz, las calificó como un ejemplo de las propuestas más sólidas que actualmente se encuentran en el panorama del arte mexicano.
Son tres exposiciones que el público podrá visitar hasta el 12 de agosto y en las que existen vasos comunicantes y diálogos, no obstante ser propuestas que siguen ejes muy bien establecidos por sus autores.
En De lo real a lo subreal, el artista Salvador Pizarro obsequia un gran mosaico visual con relieves realizados en madera y metal que retratan escenas oníricas, arquetípicas, así como recuerdos personales, que lo mismo pueden inmortalizar a esa tía que le narraba historias cuando era niño, como crear faunos mitológicos con elementos mexicanos, así como un hombre con manos de pulpo que acecha en los vagones del metro.
Durante el recorrido inaugural, las piezas sorprendieron al público por su calidad y detalle, mostrando que son pocos los artistas, como Pizarro, que logran tales efectos en la tridimensionalidad.
“Son piezas que abarcan desde 1980 hasta 2012 y en cada una se ven reflejadas cuestiones que necesito plasmar como ser humano. En esta técnica la madera lo va guiando a uno por diversos caminos, para mí es muy importante tocar, conocer las texturas de aquello que estoy labrando, no hay un tiempo determinado para concluir, a veces en una escultura me puedo tardar unos cuantos meses, pero algunas han tenido un proceso de hasta 20 años”, afirmó Pizarro.
Con más de 36 obras, fue abierta también Ausencias y presencias, de Áurea Aguilar, quien muestra al público coloridos secretos e imágenes arquetípicas contenidos en pinturas, pequeños cofres, cajas y libros objeto a los que añade elementos de las tradiciones mexicanas, a veces simbolistas conectados con la corriente iniciada por Frida Kahlo, mostrando como la realidad puede reinventarse ante los ojos del espectador.
Tlalokan, Omeyolo, No es una luz propicia, Corazón que da vida, Dios está donde tu lo quieras ver, Mi mano vacía enraizada a la ausencia, Haikus para César, Corazón, Naturaleza Muerta y Ciclo eterno vida y muerte son algunas de las piezas que fueron muy celebradas por los asistentes durante la muestra inaugural.
Finalmente, la colectiva Cuatro elementos reúne un diálogo entre artistas de diversas generaciones a través de 30 obras donde las temáticas giran en torno al amor, las pasiones, las oscuridades del alma, la vida cotidiana y los simbolismos urbanos, todo ello conectado con los cuatro elementos que en opinión de los antiguos, rigen la vida, así como los ciclos vitales en la tierra.
Susana Campos, Lourdes Alanís, Hugo Covantes, Deyanira África Melo, Guillermina Dulche, Antonio Ramírez, Jorge Germán Ramírez, Hermenegildo Sosa, Froylán Ruiz, Álvaro Zardoni, Silvia Tinoco, María Luisa Reid, José Julio Gaona, Alejandro Quijano, José Gama, José Zúñiga y Sikuame son los artistas, miembros del Salón de la Plástica Mexicana, que obsequian al público sus búsquedas personales plasmadas en el lienzo.
La muestra De lo real a lo subreal, de Salvador Pizarro; Ausencias y presencias, de Aurea Aguilar, así como la colectiva Cuatro elementos permanecerán hasta el 12 de agosto en el Salón de la Plástica Mexicana, ubicado en Colima 196, colonia Roma. Lunes a sábado de 10:00 a 18:00 horas y domingos de 10:00 a 14:00 horas, entrada libre.
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