Las atletas se posicionan contra la sexualización, la discriminación a madres lactantes y la indumentaria deportiva que no satisface las necesidades de otros cuerpos
Redacción / Ciudad de México
Los tan esperados Juegos Olímpicos de Tokio 2020, que comenzaron el viernes 23 de julio, ya han tenido a sus primeros medallistas, pero también han generado desconcierto con ciertas reglas. Sin embargo, grandes muestras de lucha por cambiar mentalidades y las reglas mismas, aparecen.
El pasado sábado los grupos femeniles de gimnastas debutaron en las primeras competiciones de la justa olímpica, las atletas demostraron su fuerza y talento. Sin embargo, el tema de los uniformes se puso sobre la mesa. Durante su entrenamiento, el equipo de la delegación alemana usó un uniforme diferente al que usualmente se conoce, un unitardo que cubre las piernas hasta el tobillo.
De acuerdo a la Federación Alemana de Gimnasia, los nuevos atuendos de Kim Bui, Pauline Schaefer, Sarah Voss y Elisabeth Seitz son una forma de declaración en contra de la sexualización de las gimnastas dentro de los Juegos Olímpicos.
Seitz, Bui y Voss comenzaron a usar este tipo de unitardo en las competiciones de la Copa Europea de Gimnasia en Basilea, Suiza el pasado mes de abril, lo que generó polémica, ya que es un atuendo muy diferente al usual leotardo de mangas cortas y corte de bikini.
El cambio de traje llega después de que se demostrara que, en diferentes equipos de gimnasia en Estados Unidos, doctores oficiales del equipo —como Larry Nassar—, fueron acusados de abusar sexualmente de jóvenes gimnastas durante las Olimpiadas de 2012 y 2016.
Cabe mencionar que los atletas pueden o no enfrentarse a una multa por ajustar sus uniformes durante sus rutinas, por lo que este nuevo traje podría reducir el riesgo de desajustes o fallas en medio de la presentación.
Prohíben gorros de natación para atletas con cabello afro en Juegos Olímpicos
La Federación Internacional de Natación tomó una polémica decisión: prohibir el uso de gorras de tamaño especial para atletas con melenas afro en Juegos Olímpicos. ¿Cuál fue el motivo que los orilló a tomar esta decisión?, el que no siguen la forma natural de la cabeza humana y podrían traer ciertas ventajas a quienes que lo usen.
La empresa SOUL CAPS fue los encargados de patentar un nuevo diseño de gorro de natación, un poco más grande de lo habitual, pensando en aquellas personas con pelo afro o que al recogerlo tengan la necesidad de mayor espacio. El proyecto en un inicio fue para nadadores de raza negra; sin embargo, poco a poco se fue expandiendo y ahora es una de las marcas más usadas en la natación de todo el mundo.
¿Cuáles ventajas podría tener? La FINA explica en un comunicado que los atletas que compiten en los eventos internacionales nunca usaron, ni necesitan usar, gorros de tal tamaño. Sobre todo, por el espacio y comodidad que puedan llegar a tener con ese gorro, a comparación de los normales, que son más pequeños. Los creadores de los gorros y fundadores de SOUL CAPS, Toks Ahmed y Michael Champman, se manifestaron en contra de esta medida de la FINA, asegurando que falta inclusión de atletas con diferentes estilos y razas.
¿Ser una madre lactante o ser una atleta olímpica?
Ser madre no es fácil. Pero ser madre, deportista y participar en los Juegos Olímpicos de Tokio parece ser una situación difícil. Esta cuestión saltó a la esfera pública después de que la nadadora española, Ona Carbonell anunciara que ni su hijo, ni su pareja, viajarán a Japón debido a «las duras condiciones que impone el gobierno».
La nadadora relató que ambos deberían pasarse encerrados en una habitación de hotel las más de dos semanas que duraría su estancia en Tokio. Además, tendría que desplazarse desde la Villa para hacer la lactancia, un riesgo potencial para el equipo en tiempos de pandemia. A través de su perfil de Instagram, Carbonell hizo un llamado a todas las deportistas en un contexto similar para ayudar a «visibilizar esta situación y normalizar algo que debería ser, pero obviamente no es».
Este no fue el primer caso, lo cierto es que el Comité Organizador no se había planteado la entrada de bebés de madres lactantes hasta que la baloncestista canadiense Kim Smith Gaucher publicó en sus redes: «Ser una madre lactante o ser una atleta olímpica».
La corredora de larga distancia estadounidense, Aliphine Tuliamuk, también se quejó del problema y dijo que «no puede imaginarse ir a los Juegos sin su hija que amamanta».
Posteriormente, se publicó (el 30 de junio) que «en caso de ser necesario» los hijos de las atletas lactantes podrían acompañarlas en Japón.
El comunicado desató la indignación entre las afectadas, pero la futbolista estadounidense Alex Morgan fue de las más contundentes: «No estoy segura de qué significa ‘en caso de ser necesario’. ¿Lo determina la madre o el COI? Somos madres olímpicas y les decimos: es NECESARIO».
En otras partes del mundo
En Europa se volvió viral una noticia: durante el Campeonato Europeo de Balonmano de playa que se disputó en Bulgaria, la selección femenil de balonmano de playa de Noruega fue multada por «vestimenta inapropiada», luego de que las deportistas decidieran cambiar su uniforme a uno más práctico y cómodo.
Las deportistas habían sustituido el tradicional bikini que utilizaban como uniforme por unas mallas tipo shorts, pero la Federación Europea no estuvo de acuerdo pues las reglas aseguraban que «las jugadoras deben llevar bikinis inferiores con talla ajustada y corte en ángulo ascendente hacia la parte superior de la pierna», asimismo, el lado ancho no puede superar los diez centímetros.
Por esta razón, la Federación Europea castigó al equipo noruego con una multa de 150 euros por jugadora.
A pesar de la multa, las deportistas decidieron atenerse a las consecuencias y mantuvieron su postura de usar ese uniforme pues se sentían más cómodas, sobre todo las que estaban en su período menstrual y tacharon de sexista la regla pues definitivamente su desempeño deportivo no se ve afectado por un uniforme u otro.
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