Se renovaron cinco salas de exposiciones permanentes y se montó la muestra Pirámides, montañas sagradas
Ciudad de México (N22/Redacción).- Tras su cierre parcial en noviembre de 2018, el Museo Regional de La Laguna (Murel) inició una profunda reestructuración, tanto del inmueble como del discurso museológico y museográfico de las salas permanentes. Luego de más de un año de trabajo, se inauguraron cinco salas de exposición permanente renovadas y la exposición temporal Pirámides, montañas sagradas, la cual se presentó con gran éxito en el Museo Regional de Antropología, Palacio Cantón, en Mérida, Yucatán.
El trabajo se realizó en colaboración, la Secretaría de Cultura, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), con el apoyo del Gobierno del Estado de Coahuila, del Ayuntamiento de Torreón y del patronato del recinto.
La exhibición, que permanecerá hasta el 31 de mayo en el Murel, es un viaje por la evolución de estas estructuras, sus características particulares, funciones y, sobre todo, sus múltiples simbolismos.
La exposición se integra por 160 piezas prehispánicas, modernas y contemporáneas, provenientes de 22 museos del INAH, además de siete museos y colecciones particulares del país, entre los cuales destacan los museos nacionales de Antropología y de Historia, del Templo Mayor y de Sitio de Teotihuacan, así como la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia, el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca y el acervo del maestro Francisco Toledo.
El montaje se divide en los siguientes núcleos temáticos: “Montaña sagrada: centro del universo”, “Cerros construidos”, “Anatomía de la pirámide”, “Morada de los dioses” y “Protagonista universal: la pirámide en escena”.
La exposición se concibe como un espacio para la conjunción de las nuevas investigaciones desde la arquitectura hasta el simbolismo, sus elementos decorativos y las funciones como representación de la montaña sagrada y eje cósmico en las ciudades antiguas; así como la forma en la cual estas edificaciones han sido apropiadas y reinterpretadas dentro del imaginario mexicano a lo largo del tiempo para convertirse en un icono universal.
Como parte de la reestructuración del recinto, se remozaron las áreas de paso entre salas de exposición, se actualizó el sistema de iluminación de salas y áreas de atención para el público. Asimismo, se efectuó la inclusión de recursos gráficos y audiovisuales para fomentar una experiencia multisensorial en los públicos, y señalética exterior para fortalecer la presencia del museo en el Bosque Venustiano Carranza y sus alrededores.
La actualización museográfica y de contenido de las salas permanentes estuvo a cargo de las arqueólogas Leticia González y Adriana Meza, por parte del museo, del equipo de investigación de la Dirección Técnica de la CNMyE y de la maestra en Ciencias, Felisa Aguilar Arellano, en el tema de paleontología.
Mediante una colección de 384 objetos de carácter paleontológico, arqueológico, histórico y etnográfico, distribuido en 900 m², con mobiliario diseñado y producido ex profeso, se emprende un viaje por la historia del hoy territorio de Coahuila, la cual se remonta a alrededor de ocho mil años, cuando llegaron los primeros pobladores a la región.
El recorrido continúa con los cazadores-recolectores y las culturas nómadas del desierto, cuya información deriva de los hallazgos en la Cueva de la Candelaria. Enseguida, la Sala Mesoamérica proporciona una idea general sobre las distintas civilizaciones prehispánicas y las temporalidades que abarcaron.
La Sala de Paleontología explora los restos óseos de animales y plantas extintos hace miles o millones de años y, por último, la Sala de Etnografía muestra algunas de las culturas originarias y grupos urbanos que actualmente habitan en La Laguna.
Con información de la Secretaría de Cultura.