Una nueva generación de reactores comenzará a producir energía en los próximos años. Son relativamente pequeños, y pueden ser clave para alcanzar nuestros objetivos climáticos.
Ciudad de México (N22 / Redacción).- Durante los últimos 20 años, el futuro de la energía nuclear se ha mantenido en un laboratorio de gran altura ubicado en el campus de la Universidad Estatal de Oregón, en Estados Unidos. Operado por NuScale Power, una empresa de energía con sede en Oregón, este reactor prototipo representa un nuevo capítulo en la energía nuclear.
El reactor de NuScale no necesitará torres de enfriamiento masivas ni zonas de emergencia en expansión. Se puede construir en una fábrica y enviar a cualquier ubicación, sin importar cuán remota sea. Extensas simulaciones sugieren que puede manejar casi cualquier emergencia sin una crisis. Una razón es que apenas usa combustible nuclear, al menos en comparación con los reactores existentes.
Esta es una buena noticia para un planeta en medio de una crisis climática. La energía nuclear tiene una mala reputación en algunos círculos ambientalistas, pero muchos expertos en energía y formuladores de políticas coinciden en que dividir los átomos será una parte indispensable de la descarbonización de la electricidad del mundo.
En los Estados Unidos, la energía nuclear representa aproximadamente dos tercios de toda la electricidad limpia, pero los reactores existentes se están acercando rápidamente al final de sus vidas reguladoras. Sólo dos reactores nuevos están en construcción en los Estados Unidos, pero tienen miles de millones de dólares por encima del presupuesto y años de retraso.
NuScale utiliza un reactor de agua ligera, muy parecido a las centrales nucleares comerciales, pero ahí es donde terminan las similitudes. El reactor de NuScale tiene 65 pies de altura y 9 pies de diámetro, y está alojado en un recipiente de contención solo un poco más grande. Aproximadamente del tamaño de dos autobuses escolares apilados de extremo a extremo, podría caber alrededor de cien de ellos en la cámara de contención de un gran reactor convencional. Sin embargo, este pequeño reactor puede generar 60 megavatios de energía, que es aproximadamente una décima parte del reactor operativo más pequeño en los Estados Unidos en la actualidad.
«Ser pequeño tiene grandes beneficios. Son más seguros, en parte porque son lo suficientemente pequeños como para sentarse en piscinas subterráneas de agua. Si un reactor tiene fugas, el calor puede difundirse lentamente en la piscina. Eso también significa que los reactores podrían construirse más cerca de los lugares donde se necesita su energía, sin el amortiguador de seguridad de diez millas que debe tener una planta convencional», mencionó para el medio digital Wired, José Reyes, cofundador y director técnico de NuScale.
La Comisión Reguladora Nuclear ha estado revisando el diseño de NuScale desde 2016; si la comisión da su aprobación, la compañía finalmente puede comenzar a construir el primer reactor comercial de este tipo. El proceso de revisión es enorme y probablemente continuará por al menos otro año. Pero la compañía ya obtuvo el permiso para construir su primera planta de doce reactores en el Laboratorio Nacional de Idaho, que puede comenzar a suministrar energía a las comunidades en los estados occidentales a partir de 2026.