Redacción/CDMX
Estas fechas suelen ser la mejor vía para que las personas degusten sus platillos favoritos, sin embargo, existe un problema silencioso que se presenta a lo largo del año, y que en épocas decembrinas se oculta detrás de estas festividades.
Nos referimos al Trastorno por atracón (TPA), que si bien, desde décadas pasadas ya era mencionado y se ahondaba en él, este era mencionado en relación con la obesidad y no como lo que realmente es, un TCA (trastorno de la conducta alimentaria, catalogado así en el DSM-V (Manual Estadístico de Enfermedades Mentales) de 2013.
Este trastorno se caracteriza por episodios donde el sujeto ingiere una enorme cantidad de comida en un lapso de tiempo muy corto, llegando a sentirse incómodo con la falsa sensación de “estar lleno” cuando realmente no se comió por hambre.
A esto se le agrega la carga moral después de los atracones, la cual deriva, en muchos casos, a saltarse comidas o hacer ejercicio en exceso.
Este trastorno suele afectar a cualquier persona, lo cual es importante resaltar debido a la creencia que se tiene de que una persona con sobrepeso u obesidad no puede sufrir de este TPA.
Las mujeres suelen ser más propensas a este debido a la presión estética y la cultura de la dieta.
¿Pero qué se puede hacer en estos casos? Lo primero que se debe de tener en cuenta es que estamos ante un problema silencioso, el cual muchas veces, las familias e incluso quien lo padece suele desconocer la existencia de este trastorno.
La tendencia debe ser la empatía y apoyo a las personas que viven con este TCA y que como la nutricionista Azahara Nieto menciona, el trastorno por atracón muchas veces es una manera en que el cuerpo busca darle “solución” a un problema interno mayor, una manera que el cuerpo tiene para pedir auxilio.
(Con informcación de El País)