El análisis de un antiguo esqueleto de un bebé descubierto en el sur de Italia ha revelado detalles fascinantes sobre la vida humana durante la Edad de Hielo, hace 17.000 años.
Los restos fueron hallados en 1998 en la cueva Grotta delle Mura, en Monopoli, Puglia, en la actual Italia, y corresponden a un niño de entre 7,5 y 18 meses de edad.
Este niño, que probablemente medía alrededor de dos pies y medio, tenía piel morena, cabello rizado oscuro y ojos azules.
Los científicos, mediante técnicas de datación por radiocarbono, determinaron que vivió poco después del Último Máximo Glacial, un período en que los glaciares cubrían gran parte de la Tierra.
Los restos estaban bien conservados gracias al frío de la cueva, lo que permitió a los investigadores recuperar el 75% del genoma del niño.
Este hallazgo es particularmente notable, ya que los esqueletos en climas cálidos suelen degradarse rápidamente.
El análisis genético concluyó que el bebé era antepasado del grupo de Villabruna, una población que vivió hasta hace 14.000 años en el sur de Europa.
Además, el estudio reveló que el niño sufría de cardiomiopatía hipertrófica familiar, una enfermedad hereditaria que probablemente causó su muerte.
El análisis dental de los restos también permitió a los científicos inferir que la madre del bebé experimentó estrés fisiológico durante el embarazo, probablemente debido a la desnutrición, lo que también sugiere que su nacimiento fue complicado.
Este estudio ofrece una pieza clave para entender mejor las poblaciones humanas que vivieron durante la Edad de Hielo, brindando nuevas perspectivas sobre su salud, estilo de vida y evolución.
(Con información de Smithsonian)