El centro de la Vía Láctea se traduce en sonido

Redacción/CDMX.

A principios del siglo XX, Gustav Holst compuso su suite “Los planetas”, en la que cada movimiento lleva el nombre de un astro del sistema solar.

John Cage escribió “Atlas Eclipticalis” superponiendo pentagramas musicales en listas de estrellas.

Frank Sinatra pidió en una canción que lo llevaran en avión a la Luna.

Ahora, una colaboración entre un proyecto de sonificación de la NASA y la compositora Sophie Kastner ha convertido los datos astronómicos recopilados por telescopios en música que puede ser interpretada por un pequeño conjunto.

La composición es una pieza musical titulada “Where Parallel Lines Converge”, que amplía el proyecto original y cuenta una historia basada en los datos del telescopio.

Es una composición para un pequeño conjunto de cuerdas, instrumentos de viento, percusión y piano. Kastner utilizó la sonificación original del centro de la Vía Láctea como inspiración para elegir qué tipos de sonidos incluir.

La pieza comienza con el sistema binario de Rayos X de la galaxia: un par de estrellas, una regular y otra de neutrones, que han explotado en una Supernova, orbitando entre sí y emitiendo grandes cantidades de radiación de Rayos X.

Los registros graves del clarinete bajo y del violonchelo evocan nubes de luz infrarroja. Los sonidos de percusión representan estrellas tenues.

Los tonos suben más y se vuelven más puros a medida que la música acerca al oyente al sistema binario.

El título de la composición está inspirado en un verso del poema “Relatividad” de Sarah Howe, y Kastner siente que evoca la idea de girar en espiral hacia un centro.

Sophie espera ampliar la pieza a una versión más larga en el futuro o escribir otras piezas cortas para diferentes imágenes.

(Con información de Simotsonian Magazine)