Las palabras hirientes lastiman la autoestima de los niños

Redacción/CDMX

La organización benéfica internacional Words Matter busca ponerle fin a los abusos verbales que los niños reciben de los adultos, señalan que “Las palabras importan. Se quedan. Duran toda la vida. Su impacto moldea quiénes somos y en quiénes nos convertiremos”.

Cerca de 2 de cada 5 niños han sufrido abuso verbal por parte de sus padres, cuidadores, profesores, amigos de sus padres, entre otros adultos que se encuentran en su entorno, esto según una encuesta realizada a 1,000 jóvenes de 11 a 17 años.

El 51% lo experimentaba semanalmente, mientras que uno de cada 10 lo vivía diario.

Eva Rotenberg, directora del departamento de Psicosomática de la Asociación Psicoanalítica Argentina le explica lo mucho que afectan las palabras humillantes y las descalificaciones en los menores y el cómo se le dicen, ya que si el niño se siente afectado, este sentimiento continuará hasta su vida madura.

Para la organización Words Matter “el abuso verbal significa usar palabras y lenguaje negativos que causan daño” esto va desde insultar, menospreciar, culpar, regañar, asustar, ridiculizar, criticar o amenazar al menor.

Debido a que el cerebro de los niños se construye con base en las relaciones con las que crecen, más las palabras y el tono en el que se rodean.

Este abuso también pude ser silencioso y sutil, ya que hasta la expresión facial puede ser determinante para hacer sentir mal a los niños.

Todo esto afecta su autoestima y confianza, y puede provocar depresión, ansiedad, trastornos, abuso de sustancias o autolesiones y conductas suicidas. Además, normalmente quien ha pasado por situaciones de abuso pueden buscar relaciones en las que vuelvan a sufrir abusos o convertirse en los abusadores.

La investigación de Words Matter reveló que este abuso hizo que los niños se sintieran tristes, deprimidos y humillados. Dentro de ellos algunos se sentían avergonzados, dudaban de sí mismos, se sentían aislados y estaban asustados por este abuso. No se encontró que existieran diferencias regionales o socioeconómicas, lo que puede demostrar que afecta a toda la sociedad.

Se les pidió a los niños que pensaran el porqué es que los adultos les hablan de esa manera, teniendo como resultado que 7 de cada 10 niños pensaron que el estrés de la vida adulta puede ser la causa y más de la mitad reconoció a las preocupaciones económicas como el causante de ese estrés.

Cuando se les habla con palabras positivas este impacto es a la inversa, ya que los niños se vuelven seguros de sí mismos, felices y queridos. Por ello según los psicólogos es importante ofrecerles una crianza respetuosa y amorosa donde se les de valor a sus voces, opiniones y pensamientos.

(Con información de Infobae)