Si la evolución es real, ¿Por qué todavía hay monos hoy?

Hay que comprender que la evolución no es lineal

Redacción/CDMX

¿Cómo es que funciona la evolución? Para entenderla hay que saber que el proceso evolutivo no es lineal.

Comprendiendo esto, se puede explicar que en el caso de los seres humanos y los chimpancés evolucionaron a partir de un ancestro común hace unos 6 o 7 millones de años.

Este antepasado -ahora extinto-, evolucionó lentamente en respuesta a diferentes presiones y finalmente dio lugar a las dos especies que definimos como Homo sapiens y chimpancés.

En el Árbol de la Vida, la rama del ser humano ha estado separada de la de los chimpancés durante millones de años: no hemos evolucionado directamente de los chimpancés en un camino lineal ni de ningún otro gran simio o mono que esté vivo hoy.   

Desafortunadamente, nunca se han descubierto restos físicos que sean concluyentes del último ancestro común definitivo, ya que el registro fósil es irregular (eso se aplica a toda las formas de vida en la Tierra).

Sin embargo, sabemos que existió, ya que los humanos y los chimpancés comparten un sorprendente 98,8 por ciento de su ADN.

Respondiendo a la pregunta detonadora, es William Eric Meikle y Eugenie C. Scott quien nos dan la respuesta que fue publicada en un artículo de 2010, en la revista Evolution: Education and Outreach.

“No es más correcto que los humanos desciendan de los simios y que los simios desciendan de los monos que tú desciendas de tus hermanos quienes a su vez descendieron de tus primos. Nadie preguntaría, ‘Si evolucionaste de tu primo, ¿por qué tu primo todavía está aquí?’ La pregunta ‘si los humanos evolucionaron de los monos, ¿por qué todavía hay monos?’ es igualmente absurdo para un biólogo evolutivo”.

(Con información de IFLSCIENCE)