Redacción/CDMX
Un buen productor de música facilita un entorno de estudio que permite a un artista darle forma al sonido de la música del artista, uno malo puede, por otro lado detener una carrera prometedora.
Ese tremendo poder, 70 años después de los albores del rock & roll, sigue, de forma abrumadora en manos de hombres.
De las 50 canciones más reproducidas el 2022, las mujeres y personas no binarias reclamaron menos del cinco por ciento de los créditos de productores e ingenieros, según un informe de Fix the Mix, que analiza el papel de género en la industria musical.
Los estereotipos anticuados han enmarcado la producción como un coto exclusivo de tipos nerds que juegan con las perillas.
Pero hay muchas evidencias de lo contrario:
Como el trabajo meticuloso y paciente de Susan Rogers es legendario, la ingeniera de discos de Prince durante el apogeo de su carrera, cuando las sesiones de estudio podían durar días y días.
Kate Bush produjo Hounds of Love, que muchos consideran uno de los mejores álbumes de todos los tiempos por su sonido deslumbrante.
Sylvia Massy ha trabajado como ingeniera y productora en música de algunos de los grupos de rock más exitosos de todos los tiempos, incluyendo Tool, System of a Down, Skunk Ananise y Red Hot Chili Peppers.
Además de artistas como Beyoncé, Taylor Swift, Janelle Monáe, Alison Goldfrapp y Grimes son solo algunas de una larga lista de mujeres que tienen créditos de producción en sus propios álbumes.
Catherine Marks, quien coprodujo el reciente debut número 1 en el Reino Unido del grupo independiente Boygenius y ha trabajado en la industria durante 17 años, dice que la falta de diversidad se debe a un techo que inhibe la progresión, pues desde que comenzó han entrado más mujeres, pero no tienen apoyo.
Asegura que muchos ejecutivos y artistas se sienten más seguros de trabajar con los mismos productores, por no arriesgarse, sin embrgo, añade que entrar al estudio siempre implica un riesgo.
Por su parte, la ejecutiva de A&R y marketing, Jane Third dice que las sesiones exclusivamente femeninas pueden ser menos jerárquicas, son un poco más abiertas y colaboradoras.
Tener una selección más amplia de productores con los que trabajar probablemente también tendría menos actos de depredadores, como lo narró Ellie Goulding, que recuerda que cuando tenía 19 años, la hicieron sentir como un objeto sexual.
La productora Catherine Anne Davies, asegura que una gran parte del papel de un productor es ser un terapeuta, y se trata de hacer que todos se sientan lo suficientemente cómodos como para abrirte por completo.
Actualmente el Sindicato de Productores Musicales en Reino Unido cuenta con un 18 por ciento de mujeres, contra un 5 por ciento en 2016.
La tecnología ha nivelado también el campo, especialmente para quien tiene responsabiidades de crianza.
Además del creciente número de actos de producción propia, por ejemplo PinkPantheress ganó fuerza después de publicar en TikTok clips de canciones que ella misma había grabado en su dormitorio de la universidad.
(Con información de The Guardian)