Claudia González/CDMX
«Vuestra alegría es vuestra tristeza sin máscara».
Gibran Jalil Gibran, libro, El profeta.
Música, colores, disfraces y alegría, un festejo donde reina la diversión algunos días e incluso semanas al año, en las calles de varios países y casi siempre entre febrero y marzo.
La palabra carnaval viene del italiano «carnevale” que significa adiós a la carne; todos los carnavales tienen el rey feo, la reina, que hace alusión a la parte carnal y mundana de la tierra, las fiestas y desfiles en las calles con el objetivo de llevar la alegría a todas las personas y los disfraces o máscaras que le permite a la gente desinhibirse.
El verdadero origen del carnaval data de 5.000 años atrás, entre las poblaciones sumerias y egipcias.
Para los sumerios era importante expulsar a los malos espíritus de las cosechas con una gran fiesta; los egipcios consagraban estos días a Apis, el dios asociado a la fertilidad.
El uso de disfraces y el festejo en los meses de febrero y marzo se remontan a los imperios romano y griego. Para ambas civilizaciones esto representaba la transición del invierno a la primavera, por lo que podían relajar sus obligaciones un par de días.
En la época medieval para el cristiano, el carnaval era la representación del paganismo, para atraer la fortuna el pueblo se ocultaba bajo máscaras y disfraces, y celebraban desfiles, bailes y comilonas, ardían las hogueras y se sacrificaban animales.
Se permitía todo y se realizaban críticas sociales, se ridiculizaban a los gobernantes, a los nobles e incluso al clero.
Esta costumbre fue traída a América por españoles y portugueses hacia el siglo XV, así como las creencias religiosas permearon en los pueblos indígenas luego del mestizaje, así se adoptó esta celebración en nuestro país, en varios estados y municipios se celebran estas fechas de diferente manera.
Uno de los carnavales más antiguos y populares es el de Mazatlán en Sinaloa, su origen se remonta a 1582 y es posible que ahí se encuentre el origen del carnaval en México.
En esta fiesta encontrarás eventos como la coronación del Rey de la Alegría y la Reina del Carnaval, una batalla naval y una muestra gastronómica.
Otro carnaval muy conocido es el del estado de Veracruz, que se distingue por su alegría y hospitalidad, resultando el escenario perfecto para uno de los eventos más esperados en nuestra nación; destacan las coronaciones de los reyes, conciertos masivos, carros alegóricos, la famosa “Quema del mal humor”, además las delicias gastronómicas que el estado ofrece.
Y por ser uno de los destinos turísticos más impotentes, el carnaval de Mérida en Yucatán, famosa por la belleza de sus edificios, es lugar de referencia por los desfiles que adornan sus calles durante los días que dura el carnaval, sus platillos que han le han dado fama internacional y la “batalla de las flores”, además de los concursos de comparsas.
Estos son solo algunos de ellos, pero podemos encontrar carnavales en pueblos y municipios a lo largo y ancho de nuestras bella república, sea como se celebren y donde se celebren resulta ser un deleite para los 5 sentidos y un desfogue que nos aleja del estrés cotidiano y pues a darle la bienvenida a la primavera.