¿Regresaremos a hablar por teléfono?

Redacción/CDMX

Escuchar una voz amiga crea vínculos más fuertes que enviar un mensaje de texto, de acuerdo a un estudio de la Universidad de Texas.

Aunque los mismos investigadores reconocen que la mayoría preferirá mandar un audio o un texto que llamar, aún sabiendo que la conexión se conseguiría más rápido con una llamada.

Al menos un par de generaciones han preferido enviar audios y textos a la comunicación síncrona, es decir aquella que sucede en tiempo real y que obliga al interlocutor a tener a mano una repuesta inmediata y certera.

En cambio, en los sistemas asíncronos como los audios de WhatsApp o los mensajes de texto, es posible editar y borrar.

Cristobal Fernández, vicedecano de la Universidad Complutense de Madrid, asegura que las llamadas son el paradigma de la comunicación síncrona “pero son bastante disruptivas, no necesariamente se producen en el momento adecuado. En cambio, la comunicación asíncrona se puede preparar mejor”.

Además, afirma que una llamada puede generar ansiedad, incluso pánico en los más jóvenes, que se resisten a responder una llamada en el momento en que se produce.

De acuerdo a la encuesta de 2022, Generation Mute, Millennials Phone Call Statistics, realizada por BankMyCel, el 75 por ciento de los jóvenes (adolescentes y en sus 20) evita las llamadas porque consumen demasiado tiempo o el 64 por ciento, afirma que así evitan tratar con “gente pesada y demandante”.

También, casi el 80 por ciento confiesa aprehensión y ansiedad si tiene que llamar, y necesita unos minutos para prepararse.

Las tácticas para no contestar la llamada

Según la encuesta, la mayoría opta por llevar el teléfono en silencio (63%).

Nunca tener cobertura (12%).

O incluso, quienes solo dejan sonar el teléfono mientras miran fijamente la pantalla.

Un abrumador 88 por ciento prefiere tener ilimitados los datos de sus planes de telefonía, en lugar de las llamadas.

La psicóloga Isabel Larraburu, se cuestiona, por qué volver a hablar por teléfono, cuando ya se ha ganado conseguir acortar el tiempo de comunicación y ganar efectividad.

Y ahora, pedir permiso para llamar es una evolución práctica y positiva.

Un estudio de 2021 de la revista médica JAMA determinó que durante la pandemia los adultos que recibían una breve llamada conseguían reducir rápidamente la ansiedad, depresión y la sensación de soledad.

(Con información de El País)