Altera la percepción de los olores y los vuelve “desagradables”
Desde el inicio de la pandemia de covid, en marzo de 2020, la pérdida del olfato es uno de los síntomas más comunes; sin embargo esta sexta ola de contagios trajo consigo una modificación en este famoso síntoma olfativo, ya que ahora no necesariamente se carece de él, sino que se distorsiona.
De acuerdo con Mayo Clinic, los olores detectados en la “alucinación olfativa” varían de una persona a otra y pueden ser agradables o desagradables.
Se pueden detectar los olores con una o ambas fosas nasales, e inclusive tener la afección siempre presente o puede ir y venir.
A este padecimiento lo acompaña la hiposmia, esta representa una incapacidad parcial del olfato, y aunque este malestar no distorsiona el olor, lo reduce deteriorando la calidad de vida de las personas, e inclusive poniéndolas en riesgo por la no detección de olores en casos de fugas de gas o alimentos en descomposición.
De igual manera, otro de los síntomas que va de la mano con la fastosmia es la parosmia, la cual altera las percepciones de los olores y los vuelve “desagradables”, así provengan de alimentos o fragancias que las personas consideraban “agradables” antes del contagio.
Sin duda, el covid-19, es un visitante incomodo que aún no piensa irse del ambiente, por tal motivo debemos tener claras las precauciones y medidas sanitarias convenientes.
Afortunadamente, esta nueva ola de otoño-invierno no ha tenido casos tan graves o letales, pero expertos aconsejan no bajar la guarda para esta y otras enfermedades virales en esta temporada.
De acuerdo con Samuel Ponce de León, coordinador del Programa Universitario de Investigación sobre Riesgos Epidemiológicos y Emergentes (PUIREE) y de la Comisión Universitaria para la Atención del COVID- 19 de la UNAM, es fundamental seguir usando el cubrebocas.
Además subraya que en esta época del año, hay otros virus que nos pueden jugar una mala pasada, como el de la influenza, el respiratorio sincitial, el metapnemovirus, los rinovirus.
Por eso, si nos reunimos con familiares o amigos en una casa, o asistimos a un auditorio, un estadio o cualquier otro lugar donde se junte mucha gente, lo mejor es usar correctamente un cubrebocas para no infectarnos y no contagiar a otras personas si tuviéramos una infección activa y no evidente en ese momento.
Asimismo, es necesario poner en práctica las otras medidas de prevención: mantener una sana distancia con respecto a los demás, lavarnos las manos constantemente, ventilar los lugares cerrados y si alguien se siente mal y tiene fiebre, dolor de garganta, de cabeza y/o muscular etc, debe quedarse en casa y atenderse. Es su responsabilidad, insistió.
(Con información de El Financiero y UNAM Global)