Redacción/CDMX
Cientos de jóvenes llenaron el salón Juan Rulfo de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, en la tradicional reunión anual que sostiene el ganador del Premio FIL de Literatura en Lenguas Romance, Mircea Cărtărescu, narró parte de su libro “El ruletista” el cual, dijo, es el más barato entre sus obras y lo recomendó como introducción a su literatura.
“Se trata de un jugador de ruleta rusa, un juego que imaginé modificado e inventé a un jugador de ruleta rusa genial. ¿Qué hacía? Al principio ponía una sola bala, se la llevaba a la sien, disparaba y no pasaba nada. Lo hacía dos, tres, cuatro, cinco, seis veces, hasta que se convirtió en el jugador más famoso. En torno a él se creó todo un mundo de juego de millonarios que apostaban a su favor”.
El autor continuó diciendo que el ruletista, “revolucionó el juego” al decidir poner dos balas, dejándolo con dos tercios de las posibilidades de escapar de la muerte.
“Se llevó la pistola a la cabeza. Clic. No pasó nada. Jugó muchas veces de nuevo con dos balas. Al cabo de un año empezó a jugar con tres balas, solo tenía la mitad de las oportunidades y aun así siguió sobreviviendo. Luego puso cuatro, luego cinco. Clic. Nada. Al cabo de varios años de jugar decidió meter seis balas”.
El silencio se hizo presente en el auditorio mientras el escritor contaba el desenlace.
“A partir de este momento el juego era una locura sin posibilidades, el ruletista se lleva la pistola a la sien, aprieta el gatillo… Y aquí les dejo, para que si quieren lean lo que pasó”.
Cărtărescu finalizó contestando algunas preguntas, además, de relatar cómo fue su infancia, en la que tuvo que privarse muchas veces de comer en la escuela para ahorrar y comprarse sus primeros libros, ya que, prefería leer durante ocho o nueve horas diarias en lugar de jugar futbol como todos los niños.
(Con información de La Jornada)