Paisaje transfigurado, 40 aniversario. En Sala Covarrubias

Francisco Juárez/CDMX

Del 23 al 25 de septiembre, la Compañía de Danza El Cuerpo Mutable/ Teatro de Movimiento, dirigida por la coreógrafa Lidya Romero, continuará celebrando cuatro décadas de exitosa trayectoria dancística, presentando el programa Paisaje transfigurado y 40 aniversario en la Sala Miguel Covarrubias.

PAISAJE TRANSFIGURADO, 40 ANIVERSARIO se conforma de dos obras de naturaleza distinta: Tres Tercios y Paisaje Transfigurado.

En entrevista, Romero, también investigadora, maestra e intérprete comenta cuál fue su inspiración para crear Tres Tercios de algo tan aparentemente tan cotidiano como una corrida de toros:

Uno de los rasgos característicos de la postmodernidad, en específico en la danza postmoderna norteamericana de los 60, 70 tiene el rasgo que parte de la observación de lo cotidiano y lo lleva a escena, lo manipula, lo trabaja y es como un generador de movimientos escénicos, un poco en el sentido de alejarse de esta pretensión de lo sofisticado de las técnicas que de pronto te encierran en un código que solamente puede decir ciertas cosas.

Yo estoy muy de acuerdo en que cada técnica se genera a partir de una concepción estética, y cada coreógrafo encuentra las herramientas para plasmarlo en una técnica.

Si utilizas los movimientos de cualquiera de las técnicas establecidas, solamente está diseñado para ese mundo, entonces lo que hacemos los postmodernos es, a partir de la idea o de la imagen que uno tiene, es generar el propio discurso, a veces lo logramos a veces no.

Estamos hechos de girones de muchas personas, pues a lo largo de nuestra vida nos hemos ido construyendo gracias a diversas formaciones.

Robar como un artista

Hay un texto que dice “Steal like an artist”, pues en realidad, todo te lo robas, pues inventar cosas nuevas está muy difícil, entonces en realidad uno inconscientemente va pepenando ideas o rasgos, a veces lo reconocemos como una influencia pero pasa a ser parte de tu acervo y lo ideal es que tú lo transformes.

Al legendario de la danza, Kazu Ohno le preguntaban de dónde se inspira, él respondió que se tomaba su taza de té mirando a través de la ventana, o sea, la observación es la herramienta de todo creador, pues a veces observas hacia afuera y otras veces hacia adentro, hacia tus recuerdos.

A veces, lo que ves afuera es un reflejo de lo que traes adentro, por algo tú posas la mirada en ciertas cosas y otra persona en otra, eso es muy interesante de la creación del área sensible de cada persona.

Lo cotidiano me encanta, me encanta la observación, me nutre mucho lo que sucede alrededor, las personas, las situaciones, el día nublado, tanto de la naturaleza como de los social.

En mis obras a veces destaco lo que está oculto, lo que no es tan evidente, sino un poquito ese doblez que tienen todas las cosas, esa parte oscura o escondida, que si te das vuelta en una esquina que no debías, te encuentras con algo sorprendente.

¿Por qué salir del lenguaje de la danza clásica?

Yo vengo de la danza clásica, pero de ahí a que sea mi lenguaje expresivo hay un gran trecho.

En estos 40 años hay mucho de reflexión, nostalgia, un poco de revisión de cuáles son los temas recurrentes, el porqué de esa mirada, la parte visual es muy importante en mi trabajo, por eso las fotografías , el cine, como grandes fuentes de inspiración.

Esto de la diferencia de la cultura con mayúsculas y la cultura popular, tengo mis dudas. Yo creo que todo es cultura.

Lo que hacemos en Tres Tercios, la obra que está inspirada en el arte de la fiesta brava es que hay unas sillas en el escenario que completan esta circularidad de la plaza de toros y hay espectadores ahí, es el punto de vista del otro lado del espejo, del atrás, esta espacialidad que te sugiera la tridimensionalidad, no solo de los cuerpos sino de la imagen completa, lo podemos imaginar desde muchas perspectivas.

Fechas de presentación

Estaremos 23, 24 y 25 en la sala Miguel Covarrubias que es un espacio que me encanta, casi crecimos con esta sala, con los técnicos originales que quedan, somos como hermanos, porque crecimos cuando se creó la Covarrubias que fue en los 80 y la compañía se crea en 82.

En diciembre, nos vamos a presentar en el Teatro de las Artes del CENART, el 16, 17 y 18, me encantaría ir de gira el próximo año para hacer que se mueva la obra, porque es un gran esfuerzo de energía y tiempo levantar una obra y debe tener la oportunidad de vivir y desarrollarse.

Sobre todo compartirse con otros públicos, porque si no pasa como con un libro, que está como dormido cuando está cerrado pero cuando lo abre un lector se despliega todo ese universo que cobra vida bajo la mirada de un lector.

Las artes vivas, que ahora estamos de regreso en los foros, están pensadas y diseñadas para que las vea el espectador, cada uno desde su butaca pero cada uno le da una dimensión, se desarrolla diferente en cada cerebro, en cada cuerpo, me fascina pensarlo así, concluye.

Paisaje transfigurado y 40 aniversario se conforma de dos obras de naturaleza distinta: Tres Tercios y Paisaje Transfigurado.

Tres tercios es una pieza coreográfica que se inspira en el arte de la fiesta brava por ser el ritual contemporáneo que ha logrado mantener vigente la liturgia de una tradición centenaria. La dualidad bestia / hombre se encuentra enmarcada en una ceremonia donde la vida confronta a la muerte, hecho singular que despierta nuestro interés por conocer y analizar a profundidad este oficio.

El lenguaje de movimiento de la obra codifica los pases, los lances, así como las suertes que constituyen el arte de la tauromaquia para delinear la dramaturgia a través de ocho escenas: la liturgia, el sueño, vestirse de luces, el paseíllo, circularidad, la suerte de varas, el tercio de banderillas y la suerte suprema. Los intérpretes juegan la dualidad: hombre/ bestia, torero /toro aludiendo a mitologías arcaicas, enfundados en trajes ceñidos diseñados a partir del traje de luces de los toreros.

La escenografía sonora que arropa la obra está inspirada en el ritmo y el aire del cante hondo, así como del flamenco contemporáneo.

Complementando el programa, la obra Paisaje transfigurado es una alegoría del viaje a través del cuerpo, durante 40 años. El detonador de la obra es una serie de fotografías capturadas por la lente del fotógrafo Jorge Contreras Chacel en el año de 1982, misma que se convirtió en la imagen icónica, por conceptualizar la línea estética y poética del trabajo de investigación / creación de la Compañía.

Paisaje transfigurado

La obra retoma la imagen fotográfica en un ejercicio de memoria, para construir paisajes abstractos a partir del cuerpo que se transfigura de la quietud al vértigo, de lo apacible a lo violento, cuerpos que ceden a las fuerzas físicas o se suspenden ingrávidos.

Cuerpos empoderados y vulnerados, cuerpos vigorosos y yacentes. Tres paisajes diferentes construyen la narrativa de la pieza que da cuenta de manera alegórica, del recorrido de El Cuerpo Mutable / Teatro de Movimiento, a lo largo de estos cuarenta años.