Redacción/CDMX
Algunos cineastas tienen una primera vocación de novelista, como el caso de David Cronenberg, quien publicó la novela (Consumidos) en 2014 y a lo largo de su trayectoria ha desarrollado alucinantes filmografías celebres por su ciencia ficción perturbadora y violenta.
En su más reciente película, (Crímenes del futuro) Viggo Mortensen interpreta a un célebre artista que sufre un ‘síndrome de evolución acelerada’ donde su cuerpo no deja de generar nuevos órganos jamás vistos, mutaciones internas que son extraídas en operaciones grabadas como performances por sus pareja artista-cirujana (Léa Seydoux).
En una entrevista que le realizaron al canadiense, previa a recibir el Premio Donostia del Festival de San Sebastián le cuestionaron si le gusta incomodar al público con sus historias: “No es tanto eso, lo que hago es como un viaje creativo en el que me exploro a mí mismo a ver si por el camino revelo alguna verdad”.
Freudiano en muchos aspectos filmó Un método peligroso (2011), sobre la relación de Freud y Jung (donde Mortensen interpretó a Freud) analiza que crimen y arte están relacionados.
“Los artistas son, en esencia, criminales. Según Freud, la civilización ha oprimido ciertos instintos como asesinar o violar. Lo que interesa como artista es explorar cosas ocultas, esas partes inconscientes, destructivas y primitivas. La atracción por el cine siempre ha sido en cierto modo lo prohibido”, señala.
¿Desliga cualquier intención profética e incluso política de sus obras de ciencia y ficción?
Mi trabajo no es predecir el futuro, no intento alertar, solo muestro cosas perturbadoras.
(Con información de RTVE )