Redacción/CDMX
El 13 de septiembre de 1847, tuvo lugar la Batalla de Chapultepec en la que soldados mexicanos perecieron contra las tropas estadounidenses.
Sin embargo, en nuestra memoria permanecen un grupo de 6 cadetes del Colegio Militar conocidos como “los niños héroes”.
Pero ¿Qué tan cierta es la participación de estos cadetes?
Existen muy pocas fuentes que tengan información verificada del hecho. Es verdad que algunos cadetes del Colegio Militar participaron en la batalla, sin embargo, no fueron los únicos, pues el Batallón de San Blas y algunas tropas regulares de la Ciudad de México también se encontraban en el lugar.
Debido a que contaban con un ejército débil, el general Nicolás Bravo ordenó a los cadetes regresar a sus casas, de 50 estudiantes solamente la mitad acató las órdenes.
Entre ellos se encontraban solo 3 de los 6 jóvenes considerados como niños héroes.
Agustín Melgar, Vicente Suárez y Francisco Montes de Oca fueron los únicos de los que se cuenta información bien documentada de su participación.
En el caso de Juan de la Barrera, se sabe que, sí fue miembro del colegio, sin embargo, él ya había egresado en el momento de la batalla.
Por otro lado, Juan Escutia y Francisco Márquez no cuentan con testimonios que afirmen que alguno haya ingresado al Colegio Militar.
La primera mención de la hazaña para proteger el lábaro patrio se dio en 1892, 45 años después de la batalla y en ella no se menciona a Juan Escutia.
Este sacrificio sí ocurrió, pero, fue en la Batalla de Molino del Rey, 5 días antes de la Batalla de Chapultepec, donde, según el historiador Ernesto de la Torre, el artesano Margarito Suazo, en sus últimos momentos de vida, enredó su bandera a su cuerpo y falleció.
Durante el gobierno de Benito Juárez, la Batalla de Chapultepec tomó relevancia y fue hasta 1870 que se hace referencia a los cadetes del Colegio Militar.
Se les comenzó a llamar niños a partir de un poema muy famoso de Amado Nervo llamado “Los niños mártires de Chapultepec” escrito en 1903.
Con el paso de los años la gente se apropió de la figura de los niños héroes pues simbolizan entrega, sacrificio, patriotismo y lealtad.
Mito o no, hoy en día se ha convertido en una tradición que honra la memoria de los caídos en la batalla contra las tropas estadounidenses.
(Con información de El País)