Hongos alucinógenos, alternativa que se enfrenta la ley

El problema para la investigación data de los 70 y está asociado a la declaración de la guerra contra las drogas

Redacción/CDMX

Desde hace miles de años, el hombre ha obtenido de la naturaleza los componentes médicos para curar sus males.

Las respuestas a muchas dolencias han salido lejos de los laboratorios y las sustancias elaboradas por los químicos.

En las últimas décadas, los investigadores han experimentado con sustancias como la psilocibina, el principal compuesto de los denominados “hongos mágicos”, unas 200 especies de fungus contienen naturalmente este compuesto.

Según recientes investigaciones, esta sustancia psicoactiva, puede ayudar (con psicoterapia de apoyo) a tratar enfermedades como la depresión, la ansiedad social, la anorexia nerviosa, estrés postraumático o distintos tipos de adicciones como el alcoholismo.

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 300 millones de personas en todo el mundo padecen depresión y solo a 3 de cada 10 les sirven los fármacos antidepresivos existentes en el mercado legal.

Pese a que sus beneficios médicos son cada vez más conocidos y comprobados, los estigmas que aún rodean a las terapias psicoactivas siguen estando en un limbo legal.

La psilocibina es ilegal en la mayoría de los países del mundo por lo que los investigadores enfrentan barreras para el tratamiento de este tipo de pacientes con estas sustancias que actúan sobre el sistema nervioso central, modificando el estado de conciencia y conducta.

La psilocibina es una molécula psicoactiva presente en 200 especies de hongos y actúa en distintas zonas cerebrales, su efecto es psicoactivo y alucinógeno, no genera dependencia pero es ilegal.

El problema para la investigación data de los 70 y está asociado a la declaración de la guerra contra las drogas, por lo que se prohibió la investigación principalmente en los EEUU.

Pablo Zuleta, médico, psiquiatra y director del Área de Consumo y Drogas de la Universidad de los Andes, afirma que los hongos en sí mismos no tienen un riesgo importante de consumos problemáticos.

Y asegura que sus usos son ocasionales porque no generan un gusto compulsivo y frecuente, por ello muchas culturas empezaron a usar de esa manera tradicional que originalmente se veía en México.

(Con información de france24.com)