Se cae el mito de la «panza chelera»

Al beber una gran cantidad de alcohol, el hígado se concentra en eliminar esas toxinas, evitando procesar otras sustancias

Redacción/CDMX

La cerveza contiene un 90 por ciento de agua, se prepara con ingredientes como lúpulo, trigo cebada y centeno.

En realidad, no tiene tantas calorías como pensamos, una cerveza de 356 ml tiene aproximadamente 153 calorías, lo mismo que consumimos al comer dos rebanadas de pan o una taza de arroz.

No hay un ingrediente de la cerveza en específico que ayude al aumento de peso en el abdomen, la consecuencia de esto es causa de varios aspectos en conjunto.

Greg Foot, un divulgador científico explicó a la BBC que, al beber una gran cantidad de alcohol, el hígado tiene un gran trabajo adicional por lo que se concentra en eliminar esas toxinas para quemar el alcohol, por esto, deja pasar otros alimentos ingeridos como papas fritas, o alitas con los que suele acompañarse una cerveza.

Aunado a esto, la edad se convierte en un factor importante, ya que mientras más envejecemos el metabolismo cambia, haciéndose más lento, provocando un proceso más difícil para la digestión de grasas.

Esta condición propicia complicaciones de salud al tener más riesgos de enfermedades como: diabetes tipo 2, hipertensión, enfermedades cardiacas, colesterol alto, disfunción eréctil, enfermedades de hígado, entre otras.

El problema son los malos hábitos, la cerveza si se consume de forma moderada no causa problemas a la salud, claro, en conjunto con una dieta balanceada y actividad física.

(Con información de El Financiero)