Liminal | La construcción biológica del dolor

¿Sabes qué ocurre en el cuerpo humano cuando se tiene una lesión física y se experimenta una sensación de dolor?, ¿conoces qué son los nociceptores, cómo funcionan y cómo nos protegen?

Karen Rivera / Ciudad de México

Los seres humanos tienen más de cinco sentidos para sobrevivir a las condiciones extremas del planeta y uno de ellos es el dolor, que alerta de cualquier peligro. Pero ¿qué ocurre en el cuerpo cuando se tiene una lesión física y se experimenta esta sensación?

En ciencia existe un término que se conoce como nocicepción y se encarga de detectar estímulos nocivos para el organismo, ya sean químicos, mecánicos o térmicos. La piel, los músculos, las vísceras y las articulaciones del cuerpo humano son habitadas por nociceptores, es decir receptores especializados capaces de percibir una amenaza.

Funciona de la siguiente manera: cuando una persona se golpea, se corta o se quema la mano, los nociceptores de sus dedos reciben y transforman los estímulos causados por el calor o el impacto del golpe para después enviar impulsos a través de neuronas a la médula espinal, ésta se encarga de transmitir la información cerebro.

Una vez que la información llega al sistema nervioso central, este tiene la misión de evaluarla considerando factores como la experiencia y el aprendizaje para después ordenar una acción. Por ejemplo, si alguien toma un sartén caliente, la respuesta inmediata es soltarlo.

Estos traductores biológicos fueron descubiertos hace casi dos siglos y su estudio ayuda a diferenciar los tipos de dolor nociceptivos que existen: el agudo, aquel que se va casi de inmediato como cuando te pinchas con una aguja; el inflamatorio, que tiende a ser más duradero; y el crónico, que perdura y se considera enfermedad. La respuesta del cerebro depende del tipo de dolor.

Es importante mencionar que la nocicepción permite comprender la parte biológica del dolor, pero hay personas que pueden tener este malestar sin estar lesionados físicamente. En los seres humanos este término también depende de elementos psicológicos, ambientales y sociales y es indispensable tomarlos en cuenta para el cuidado de la salud.