La subasta se tenía contemplada para el martes 15 de marzo, pero la casa Carlo Bonte Auction retiró de la venta las figuras zoomorfas elaboradas en barro modelado del estilo Comala, Colima
Redacción / Ciudad de México
Por medio de un comunicado de prensa, la Secretaría de Cultura y de Relaciones Exteriores dieron a conocer que la Casa Carlo Bonte Auction decidió retirar de la subasta Vente aux enchères de beaux arts et d’antiquités las tres piezas que pretendía vender y que fueron identificadas como propiedad de México, de acuerdo con la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos.
«Luego de que la Embajada de México en Bélgica se puso en contacto con la casa de subastas y compartió la postura del Gobierno de México frente a la comercialización de piezas arqueológicas en el extranjero, así como sus implicaciones negativas en materia de conservación y difusión cultural, la subastadora decidió suprimir la venta de estas figuras. Además, las autoridades belgas confirmaron que no se pondrán a la venta hasta que los poseedores presenten los certificados de exportación correspondientes», se puede leer en el comunicado.
La subasta se tenía planeada para el martes 15 de marzo y su catálogo inicial incluyó 426 Lotes de bienes de diversas culturas, entre ellos, se encontraban las tres piezas procedentes de México, repartidas en dos lotes distintos. «Se trata de figuras zoomorfas elaboradas en barro modelado del estilo Comala, procedente del actual territorio del estado de Colima en el Occidente del territorio nacional», explican.
Dentro del mismo documento las Secretarías, en conjunto con la Embajada de México en Bélgica y el Instituto Nacional de Antropología e Historia, agradecieron la colaboración de la casa de ventas y la rápida actuación de las autoridades belgas.
Asimismo, exhortaron a las casas de subastas a sumarse a la protección y salvaguarda del patrimonio cultural, y a coleccionistas privados en el extranjero que actualmente tienen en posesión piezas que forman parte del patrimonio de México a restituirlas para su estudio, conservación y difusión pues, «no se trata de adornos ni artículos de lujo, sino de bienes que son testimonio de la identidad y la memoria de los pueblos originarios».