Semillero Científico Femenino: «Nunca más la ciencia sin nosotras»

Un proyecto realizado por tres estudiantes universitarias que buscan acercar la ciencia a niñas y adolescentes de todo el mundo

Ireli Vázquez / Ciudad de México

«Nunca más la ciencia sin nosotras», es como una colectiva de Científicas Mexicanas se expresaba durante la marcha del pasado 8 de marzo.

Fotografía: ©Ireli Vázquez

Y es que las cifras a nivel mundial, según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), las mujeres que se dedican a las áreas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), equivale a un 30%.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en un estudio desarrollado en 2020, señaló que, de cada 20 niñas mexicanas, menos de una considera estudiar o dedicarse a una carrera relacionada con las disciplinas STEM, en comparación con los niños, de los cuales, cuatro de cada 20 considera estudiar estas carreras.

A lo que surgen preguntas como: ¿qué pasa en nuestra sociedad para que las mujeres no tomen la decisión de estudiar una carrera dedicada a las ciencias?, ¿temas económicos o sociales?, y sobre todo ¿qué pasa con las mujeres que sí lo estudian?

Intentando responder a estas preguntas, es que tres jóvenes universitarias crearon el proyecto Semillero Científico Femenino, que tal y como lo dice su nombre, buscan plantar esa semilla dentro del imaginario de las niñas y adolescentes, para que en el futuro puedan decidir qué carrera estudiar.

Las creadoras detrás de este proyecto son: Fátima Osorio (Ingeniera en Biotecnología), Linda Paola García (Licenciada en Biología) y Jazmín González (Médica Cirujana), quienes en entrevista para Noticias 22 Digital, expresaron que, lo que las orilló a generar el Semillero, se debió a dos motivos; el primero, a que dentro de sus familias no existía ninguna mujer estudiando o dedicándose a estas áreas, y el segundo va ligada con la anterior, que, así como sus familias creyeron en ellas y las apoyaron para poder estudiar una carrera de este tipo, ellas quieren que todas las niñas y adolescentes puedan encontrar un espacio donde sean escuchadas y acercarlas a la ciencia de una manera didáctica.

Y es que hablar sobre un proyecto así, puede sonar fácil y sin complicaciones, sin embargo, detrás del Semillero Científico Femenino, existe una gran historia; comenzando porque ellas viven y estudian en diferentes Estados de la República Mexicana — Fátima, estudia en el Tec de Monterrey campus Guadalajara; Linda, estudia en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y Jazmín desarrolla sus estudios en la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca—, pero sobre todo, que los talleres que desempeñan dentro del proyecto son dados por otras mujeres científicas que buscan ese mismo propósito: llevar los conocimientos de la ciencia a todas las niñas del mundo. Un claro ejemplo de que la unión hace la fuerza.

De Izquierda a derecha: Jazmín González, Fátima Osorio y Linda Paola García.

¿Cómo se conocieron?

Fátima: Yo conozco a Jazmín porque en agosto de 2019, cada una fue seleccionada para representar a su Estado en el Primer Campamento Nacional de Empoderamiento Científico que organizó el INAOE y era un campamento que se realizaba en Puebla, […] fuimos aproximadamente cincuenta chicas, donde convivimos una semana y nos dieron temas y ponencia de ciencias y mujeres profesionistas. Y de ahí surgió la amistad.  Después las dos nos metimos en el programa Mujeres Líderes en STEM, donde nos daban la oportunidad de desarrollar un proyecto ya sea temático o regional y como nosotras residimos en diferentes Estados pues elegimos hacerlo temático. Yo personalmente no conozco a Linda de manera presencial.

Linda: Las tres no nos conocemos en persona, nos conocimos en momentos diferentes y situaciones diferentes. Antes del taller en el que se conocieron Jazmín y Fátima, yo conocí a Jazmín en un taller que se llamó ‘Taller de Ciencia para Jóvenes’ y lo organizó la UNAM en julio del 2019, nos hicimos amigas, y después ellas se conocieron. Posteriormente, empezaron el proyecto al cual me invitaron a participar, y a partir de ahí nos hicimos amigas.

¿Cuál es el objetivo principal al desarrollar el proyecto Semillero Científico Femenino?

Jazmín: Creo que a las tres nos ha tocado estar en contextos diferentes y en mi experiencia, no hay una mujer ligada a la ciencia en mi familia, entonces cuando yo fui al taller de la UNAM fue el primer acercamiento real a la ciencia. […] Después de los talleres sentía el compromiso y yo pienso que Fátima y Linda igual, de regresar y dar oportunidad a más personas de poder involucrarse en la ciencia, pero específicamente a las niñas de nuestra edad y edades más pequeñas, de darles, aunque sea una probadita y justamente esa semilla.

Linda: Concretamente fue eso. El ver que nosotras tuvimos ese acercamiento a la ciencia por medio de los talleres nos inspiró a poder hacerlo aun siendo muy jóvenes, compartirlo con niñas más jóvenes que nosotras, y el hecho de hacerlo con mujeres fue debido a que viendo estadísticas, por ejemplo del Sistema Nacional de Investigadores o del número de mujeres a lo largo de estos 20 años que han estudiado una carrera científica, nos damos cuenta de que poco a poco se han ido haciendo estos números “iguales”, pero en general creo que nos preocupaba el hecho de que: uno, no hubiera muchas mujeres en la ciencia, dos, que muchas niñas no saben que pueden hacer ciencia, y tres, porque no hay muchos referentes femeninos en la ciencia.

Fátima: Como bien dicen mis amigas, estos son nuestros objetivos y más que nada, porque no tuve muchas referencias femeninas de mujeres en la ciencia, y esos talleres me ayudaron a ver que mujeres, que también son amas de casa y son madres, pudieron desarrollar una carrera profesional, lograron superarse, y todo eso me motivó a querer estudiar una carrera en relación a eso. También inspirar a las demás niñas o ayudarles a que tengan como una conexión con estas mujeres para que vean que sí se puede hacer ciencia.

Jazmín: Lo que nosotras queríamos era romper estas barreras físicas, que las niñas pudieran trasladarse quizá a una biblioteca comunitaria, porque hemos tenido niñas que son de comunidades o que caminan varias horas para poder tener acceso a internet, pero aun así no es tan complicado como si tuvieran que reunir todo el dinero para poder viajar, y eso también influyó en hacer el taller de manera de virtual.

El ver esta falta de oportunidades que existen en nuestro país, pocas convocatorias para talleres o cursos para acercar a las niñas a los saberes de la ciencia, hace que su proyecto se vea como esa luz de esperanza, pues es interesante como les hacen llegar los conocimientos o saberes que están adquiriendo ustedes a través de lo que estudian y sobre todo el cómo ustedes desarrollan una iniciativa que a través de la  virtualidad se pueden extender a otros sitios del mundo ¿qué estrategias han implementado para que lleguen a más niñas?

Linda: En principio nuestros talleres fueron pensados en toda Latinoamérica, desde que comenzamos nuestra convocatoria la lanzamos a todas las niñas de habla hispana, y sí, fue algo “arriesgado”, pero quisimos soñar en grande y la verdad es que fue muy padre ver que desde nuestro primer taller llegamos a cinco países de Latinoamérica y 22 Estados de la República Mexicana. […] En principio nuestros talleres son organizados por nosotras, también con la ayuda de Omnisciencia que es un grupo de divulgación científica y también de la Alianza de Jóvenes de Oaxaca.

Fátima: Las estrategias que hemos implementado han sido darle difusión en todos los grupos de Facebook en que nos metemos. Nos metemos a grupos en donde están maestros o padres de familia, ya sea de secundaría o preparatoria y ahí publicamos la convocatoria; también Omnisciencia ha sido de gran ayuda, porque tiene un público muy grande en Facebook, nos han ayudado a compartir nuestra convocatoria. También en nuestras escuelas colocamos la convocatoria.

Jazmín: Yo creo que lo más complacido de organizarnos fue sacar el primer y segundo taller. Tenemos dos ediciones, una que es para niñas de secundaria (entre 12 y 15 años) y una que es para chicas de bachillerato (15 a 19 años), y en algunas ocasiones a algunas que ya están cursando los primeros años de la licenciatura. Teníamos la idea que para secundaria las chicas que impartían las ponencias fueran chicas que justamente están estudiando la licenciatura, pero que ya tuvieran una trayectoria recorrida y en bachillerato todas las ponentes son científicas a nivel nacional e internacional.

Lo más difícil fue creer en nuestro proyecto, la organización y buscar a las ponentes que aceptaran dar su tiempo, aunque realmente eso no fue una complicación, porque todas las ponentes que hemos tenido han sido muy amables, porque no reciben nada a cambio más que la gratificación y el agradecimiento de nuestras alumnas y de nosotras.

¿Qué es lo que les enseñan?, ¿qué es lo que las estudiantes desarrollan dentro de los talleres?

Fatimí: Nuestros talleres han sido diferentes conforme pasa el tiempo, pero nuestra base es enseñarles las cinco ramas del conocimiento; en un solo día los temas son sólo matemáticas, otro día es de física, otro de biología, otro de geología y otro de robótica, y con base a eso conseguimos a expertas que sean expertas en ese campo y nos den una plática relacionada con ellos y sobre todo contar sobre su vida profesional y eso hace que las chicas de los talleres vean el día a día de trabajar en esas áreas.

En las últimas dos ediciones hemos tenido pláticas con una psicóloga donde nos ha invitado a conocer sobre salud mental, que creo es fundamental e importante para desarrollarnos como personas y como profesionales.

¿A cuántas niñas y adolescentes han llegado?

Jazmín: En la primera edición llegamos a cinco países y en la última edición llegamos aproximadamente a diez, y ocho Estados de la República Mexicana, y hemos llegado a 450 niñas.

¿Qué sigue para Semillero Científico Femenino?

Fátima: Tenemos muchas metas a futuro, pero una de las principales es llegar a más niñas de diferentes países y cubrir todos los Estados de la República Mexicana para que más niñas conozcan que también puedan hacer ciencia. También nos gustaría en un futuro realizar un taller presencial que sea financiado por diversos patrocinadores para que las niñas vivan en experiencia propia, lo que es estar en un laboratorio o una universidad importante, dependiendo donde se haga el taller, pero más que nada que vivan de persona a persona y que puedan convivir con científicas.


Linda: Queremos continuar con nuestros talleres con la misma línea de mostrarles estas cinco ciencias básicas, pero en realidad, así como está nuestro deseo de hacer talleres de manera presencial, pues estamos abiertas a cualquier invitación, porque nuestro deseo es seguir comunicando ciencia.

Jazmín: Algo que sigue para nosotras es conformar un equipo más sólido de chicas que estén comprometidas como nosotras y con la causa; poder hacer un directorio amplio de ponentes, así como seguir generando redes de trabajo con diferentes organizaciones.

¿Qué mensaje les darían a esas niñas que están descubriendo sus gustos y sobre todo que están descubriendo a que les gustaría dedicarse?  

Fátima: A mí me gustaría decir que, a mí me ha funcionado machismo una frase que dice “el no ya lo tiene, ve por el sí”, porque esa frase te hace ver que uno debe de crear sus propias oportunidades para poder llegar a donde quiere, y no está mal no querer estudiar una carrera relacionada con la ciencia, o al arte, o a las ciencias sociales, el propósito en esta vida es hacer lo que más te gusta mientras no perjudique a nadie. Y concluiría con que, a esas niñas que sí sienten que les gusta la ciencia, acérquense, conozcan, convivan con personas que se dedican a la ciencia para saber si es realmente lo que les gusta y si no está bien, porque hay muchos campos donde se pueden desarrollar y van a ser grandes mujeres, el chiste es apoyarnos entre nosotras y saber que sí hay alguien que se preocupa por ti.

Linda: Yo les diría a las niñas que ser mujer es increíble, las mujeres somos inteligentes, capaces, talentosas, traemos mucha belleza al mundo con nuestro conocimiento, talento, que no se menosprecien porque somos igual de capaces que los hombres. Decirles que la ciencia es un área en la que se pueden dedicar, porque el abanico de actividades a las que una mujer se puede dedicar es tremendo y el día de hoy, tienen miles de ejemplos, porque la ciencia nos permite ver el mundo de una forma más bella, solucionar problemas y ayudar a muchas personas.

Jazmín: Yo les diría que crean en ellas y en sus sueños, porque a veces a nosotras nos cuesta mucho trabajo creer en nosotras mismas, y que ser mujer, ser indígena, no te va a definir, tu contexto económico, social y cultural no te define, al final lo que te va a definir son tus sueños y tus aspiraciones. Nos toca trabajar mucho, la ciencia como lo dijeron mis amigas es preciosa, pero también es muy complicada, si nos gusta tenemos que ser perseverantes, habrá altas y bajas, pero si realmente nos gusta al día siguiente nos vamos a levantar con muchas ganas para seguir estudiando el tema que no entendimos.

Si deseas conocer cuáles son los procesos para poder ser parte de los talleres del Semillero Científico Femenino, puedes consultarlos a través de sus redes sociales.