Lucier tenía 90 años; exploró y experimentó con las propiedades físicas del sonido
Redacción/Ciudad de México
Alvin Lucier, compositor de I Am Sitting in a Room fue uno de los grandes nombres de la experimentación acústica en la segunda mitad del siglo XX. Su muerte ocurrió el día de ayer, 1 de diciembre, a la edad de noventa años. Se ha informado en diferentes medios que habría muerto a causa de complicaciones provocadas por una caída.
Nacido en Nashua en 1931, Lucier estudió con Lukas Foss y Aaron Copland. Se trasladó a Roma en 1960 y a partir de ese momento entra en contacto con los círculos de la vanguardia, lo que le permitió descubrir las músicas de compositores como Anton Webern, Luigi Nono y John Cage.
Al volver creó el Sonic Arts Group (luego Sonic Arts Union) junto con otros dos compositores, Gordon Mumma y Robert Ashley.
Pieza clave de la historia el arte sonoro, su trabajo se caracterizó por la exploración del fenómeno acústico bajo parámetros científicos.
Dentro de su obra, están trabajos como Music for Solo Performer, donde el resultado sonoro surge de la interrelación entre la música en directo y las ondas cerebrales del intérprete, captadas por medio de electrodos puestos en su cabeza. Su creación más conocida tal vez sea I am Sitting in a Room (1969), en la que un magnetófono graba al compositor leyendo un texto en voz alta dentro de una habitación cerrada; el resultado así obtenido se reproduce en la misma habitación y se vuelve a grabar con un segundo magnetófono. Al repetir una y otra vez el mismo procedimiento, las palabras se destiñen progresivamente en una sucesión de frecuencias puras, seleccionadas por la propia resonancia del lugar.