Un largometraje documental dirigido por Sebastián Molina, un retrato caleidoscópico sobre el pueblo de Santa Lucia y la gente que lo habita
Julio López/Ciudad de México
«Agarré la estructura narrativa de Juan José Arreola o de Juan Rulfo para hacer un retrato a varias voces de una persona, un lugar, y muestro cómo este pueblo ha ido cambiando a lo largo de los años, juego con el recuerdo y cómo era cuando yo era niño y cómo ha evolucionando a ser de las zonas más violentas del Estado de México», señala el cineasta Sebastián Molina.
Este trabajo gira en torno a la búsqueda de la identidad, es un retrato fiel sobre la juventud y su sentido de pertenencia, en un lugar permeado por la violencia. Es, en esencia, un gran anecdotario sobre sus experiencias, sueños y miedos.
«Me parece que estos lugares son poco vistos, esos lugares que están en medio, que no son el pueblito mágico mexicano al que estamos acostumbrados a ver y tampoco es la ciudad, sino que son estas zonas grises que se quedaron en la necesidad de desarrollo, estos pueblos de concreto. Yo no los he visto tan representadas como a mí me gustaría verlo en el cine mexicano.»
Visualmente la película se desarrolla como si fuese un collage, vemos poco a los personajes, pero a cambio descubrimos el mundo en el que se desenvuelven. De igual manera los personajes saltan de un tema a otro y en ese pequeño caos se revela su ser.
«Algo que me parece muy lindo de este documental es todo este microcosmos que pueden tener este tipo de lugares. Nos hablan de un señor que pudo ser un nahual, de unos niños que se convierten en nahuales y luego nos hablan de que mataron en frente de la calle a tres personas.»
Después de participar en el Festival Internacional de Cine Documental de Ámsterdam, Las hostilidades tendrá su estreno en México en el Festival de Cine de Morelia.