¿Por qué en Corea del Norte no se puede consumir contenido audiovisual del extranjero?

Cualquiera que sea sorprendido con una gran cantidad de medios de comunicación de Corea del Sur, Estados Unidos o Japón enfrenta ahora la pena de muerte.

Redacción / Ciudad de México

Corea del Norte introdujo recientemente una nueva ley que busca erradicar cualquier tipo de influencia extranjera, castigando severamente a cualquiera que sea sorprendido con películas, ropa o incluso usando jerga extranjera. Pero ¿esto a qué se debe?

Este país permanece en constante estado de aislamiento: sin Internet, sin redes sociales y solo con unos pocos canales de televisión controlados por el Estado, diseñados para decirte lo que los líderes del país quieren que escuches. Así es la vida en Corea del Norte.

Ahora, su líder, Kim Jong-un ha apretado los tornillos aún más, introduciendo una nueva y drástica ley contra lo que el régimen describe como «pensamiento reaccionario».

Cualquiera que sea sorprendido con una gran cantidad de medios de comunicación de Corea del Sur, Estados Unidos o Japón enfrenta ahora la pena de muerte. Aquellos encontrados mirando pueden ser enviados a un campo de prisioneros durante 15 años.

Y no se trata sólo de lo que ve la gente. Recientemente, el mandatario escribió una carta en medios estatales pidiendo a la Liga Juvenil del país que tome medidas enérgicas contra el «comportamiento desagradable, individualista y antisocialista» entre los jóvenes.

Él dice que busca acabar con el habla extranjera, los peinados y la ropa que describe como «venenos peligrosos».

Hambre

Todo esto se debe a que Kim está en una guerra que no involucra armas nucleares ni misiles. Analistas señalan que está tratando de evitar que la información externa llegue a la gente de Corea del Norte en momentos en que la vida en el país se está tornando cada vez más difícil.

Se cree que millones de personas están pasando hambre. Y su líder quiere asegurarse de que sigan siendo alimentados con la propaganda cuidadosamente elaborada del Estado, lejos de modelos televisivos que se desarrollan al sur de la frontera, en Seúl, una de las ciudades más ricas de Asia.

El país ha estado más aislado del mundo exterior que nunca después de que sellara su frontera el año pasado en respuesta a la pandemia.

Los suministros vitales y el comercio de la vecina China quedaron casi completamente paralizados. Aunque algunos suministros están comenzando a llegar, las importaciones aún son limitadas.

Este aislamiento autoimpuesto ha exacerbado una economía que ya está fracasando, en la que el dinero se canaliza hacia las ambiciones nucleares del régimen.

¿Qué dice la ley?

«Establece que si un trabajador es descubierto, el jefe de la fábrica puede ser castigado, y si un niño es problemático, los padres también pueden ser castigados. El sistema de monitoreo mutuo alentado por el régimen de Corea del Norte se refleja agresivamente en esta ley», le dijo a la BBC su editor en jefe Lee Sang Yong.

Dice que esto tiene la intención de destruir cualquier sueño o fascinación que la generación más joven pueda tener con Corea del Sur.

«En otras palabras, el régimen concluyó que si se introducen culturas de otros países podría crearse un sentimiento de resistencia», dijo.

Choi Jong-hoon, uno de los pocos desertores que logró salir del país en el último año, le dijo a la BBC que «cuanto más difíciles son los tiempos, más severos se vuelven los reglamentos, las leyes y los castigos. […] Psicológicamente, cuando tienes la barriga llena y ves una película surcoreana, puede que sea por placer. Pero cuando no hay comida y vivir es una lucha, la gente se enoja».

¿Funcionará?

Durante varios años, las series se han compartido a través de memorias USB que ahora son tan «comunes como las rocas», dice Choi. Son fáciles de ocultar y también están protegidas con contraseñas. Y las películas extranjeras generalmente se pasan de contrabando a través de la frontera con China.

Dentro de la nota publicada en la BBC, se señala que estas USBs, en muchos casos están configuradas para borrar su contenido en caso de teclear la contraseña incorrecta o sólo te dan la posibilidad de ver sus archivos una sola vez, lo que hace que la difusión de mano en mano sea inviable.

Hubo diferentes intentos de compartir películas extranjeras, algunos de ellos fueron a través de CDs, pero en 2002 el régimen de Pyongyang comenzó a notarlo y la seguridad del Estado llevó a cabo una redada en una universidad y encontró más de 20 mil CDs. A partir de ahí se endurecieron los castigos.

Campos más grandes

Muchos de los capturados por estos delitos en ese momento fueron enviados a campos de trabajo. Pero esto no resultó ser un factor disuasorio suficiente, por lo que las sentencias aumentaron. Al inicio fue un años; luego aumentó a tres.

De acuerdo a la nota publicada por la BBC, varias fuentes les han dicho que el tamaño de algunos de los campos de prisioneros en Corea del Norte se ha expandido en el último año.

Salir del país se ha vuelto casi imposible con la orden actual de «disparar a matar» en la frontera estrictamente controlada. Y es difícil no esperar que la nueva ley de Kim tenga un efecto más escalofriante

Con información de BBC Mundo