“Jamás, nadie”, de Beatriz Rivas; Una ventana al México racista del siglo XX

Rivas retoma el atroz acontecimiento enmarcado durante la época de la Revolución conocido como la «Matanza de chinos de Torreón»

Karen Rivera / Ciudad de México

Jamás, nadie es una novela que describe la historia de She Yan, un joven de quince años que viaja de China a México, para asegurar su sobrevivencia; sin embargo, en este país, encuentra rechazo, sangre y muerte.

A cuatro años de su primera edición y a 110 años de la matanza de 303 chinos en Torreón, la autora, Beatriz Rivas, comparte cómo fue recrear un México intolerante y despiadado con los migrantes.

«Nosotros los mexicanos creemos que somos súper buena onda con lo extranjeros, y creemos que siempre hemos acogido a todos los extranjeros con brazos abiertos y no es cierto. […] El 15 de mayo de 1911 amanece Torreón con más de la mitad de su población china masacrados por sus pobladores mexicanos. Es un hecho terrible, espantosos y también por los maderistas que estaban invadiendo la Ciudad de Torreón» comentó en entrevista la escritora.

«Llega un momento en que se queda una ciudad sin gobierno, entonces esto permite a los pobladores, “vengarse de los chinos”, y vengarse ente comillas, porque lo único que hacían los chinos era trabajar como locos, tratar de prosperar, chinos que vienen de china por sus condiciones económicas de miseria, vienen buscando un mejor futuro, pero además, porque México los llama, eso es lo peor de todo, Porfirio Díaz quería poblar todo el norte, y quiere poblarlos de franceses y españoles, y güeritos, de ojos azules y verdes, y resulta que los europeos no quieren venir y los únicos que vienen son los chinos, entonces el gobierno de México los invita a trabajar a este país. Entonces además de que los invitamos después los masacramos» mencionó Rivas.

La escritora invita a mirar el pasado con los ojos del presente. A través de Mía, la hija del personaje protagonista y de notas periodísticas reales que abordan el tema de migración, indaga en el dolor silencioso de quienes son discriminados.

«Somos racistas con nuestros propios mexicanos, sobre todo, en la zona de Guerrero, que son descendientes de los africanos, entonces que son de un color más oscuro que el resto de la población, aún con ellos, ellos son los que viven en peores condiciones en todo el país, es una profunda injusticia, yo creo, que somos los seres humanos y también los mexicanos muy intolerantes ante lo diferente, eso es lo que pasó en Torreón»

«Además de estas dos historias pongo unos pequeños capítulos que se llaman periplos migratorios y lo que hice fue seleccionar las mejores notas de migración, esa fue mi manera de decirle al lector, sin decírselo, esto paso en Torreón el 15 de mayo de 1911, pero pasa todos los días y ha pasado toda la vida», concluyó la escritora.