Se estima que más de un millón de niños en México tienen un nivel elevado de plomo en la sangre, de acuerdo con un estudio realizado por el Instituto Nacional de Salud Pública
Karen Rivera / Ciudad de México
Se estima que más de un millón de niños en México tienen un nivel elevado de plomo en la sangre, de acuerdo con un estudio realizado por el Instituto Nacional de Salud Pública. Esta investigación se realizó en 2018 y fue liderada por la doctora Martha Téllez Rojo, quien nos habla de cómo afecta a la salud humana este metal tóxico y de los padecimientos que puede provocar como hipertensión y efectos neurológicos.
«El plomo es un metal tóxico y eso quiere decir que tu cuerpo no lo necesita para nada, el plomo en el momento que ingresa al cuerpo humano empieza a hacer daño y en cualquier órgano que se deposite le hace daño a su función.»
Los platos de cerámica, el cristal, las latas de alimentos, tuberías de agua y accesorios son algunos objetos en los que aún se encuentra el plomo. Se trata de uno de los cuatro metales no ferrosos, es decir que no contiene hierro, más utilizados en la rama industrial junto al cobre, el aluminio y el zinc. En México, la exposición a este elemento químico más documentada hasta ahora es a través del uso de barro vidriado por plomo.
«Esas ollas de barro son barnizadas con plomo, entonces el problema es que estas ollas en el proceso de producción no alcanzan la alta temperatura que se requiere para que el plomo se fije, se hacen hornos de tipo doméstico. Y entonces cuando entra en contacto con los alimentos se activa ese plomo fijo en el barniz, se contamina el alimento y a través del alimento es que ingresa al organismo de las personas.
»A lo largo de tu vida se va acumulando y también se ha asociado con el desarrollo de problemas cardiovasculares como presión arterial alta, como problemas de función renal, problemas de función hepática, problemas reproductivos, mayor aborto espontáneo, menor edad estacional de los bebes al nacer, menor peso al nacimiento.»
Como parte de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, se realizó en el país, en 2018, un estudio que tuvo como objetivo medir la intoxicación por plomo en niños de 1 a 4 años en todo el país.
«Lo que encontramos en este artículo, bueno en esta investigación que se publicó en un artículo, es que el 17.5% de los niños de entre 1 y cuatro años de edad tiene niveles de intoxicación por plomo, déjame ahondar en qué significa esto, significa que tienen niveles en la sangre que rebasan la norma oficial mexicana vigente, que es de 5 microgramos por decilitro en sangre. Esto representa 1.4 millones de niños con niveles de intoxicación por plomo entre 1 y 4 años de edad.»
Los resultados de la investigación arrojaron que en lugares como Puebla, 5 de cada 10 niños de esta edad tienen niveles de intoxicación alto por este elemento. En San Luis Potosí, Tlaxcala y Estado de México, las cifras alcanzan a 3 de cada 10 niños.
«Y esto empieza desde antes de nacer, desde la madre que está embarazada y el bebé en gestación, la madre se expone al plomo, pasa al bebé a través de la exposición de la placenta y empieza su efecto tóxico aún antes de nacer. El plomo ha sido mayormente conocido por su potencial neurotóxico, es decir que hace daño en el desarrollo de la inteligencia, promueve conductas agresivas, problemas de atención en los niños.
«La exposición más amplia en población general en México es por barro vidriado con plomo, y es por eso que nosotros tratamos de hacer mucha atención en esto, porque sería algo fácil de cambiar.»
Entre los proyectos para atender esta problemática, en marzo de este año la Organización Internacional Pure Earth y la Fundación Clarios, con sede en Estados Unidos, lanzaron la iniciativa “Protegiendo el potencial de cada infante”, su objetivo será crear conciencia sobre el impacto negativo de la exposición al plomo en la salud y el desarrollo de los niños, y sus acciones se realizarán en cinco países, entre los que se encuentran Bangladesh, Indonesia y, por supuesto, México.