Rebeca Lane: música, activismo y sociedad

No te pierdas esta noche el evento de la cantante y escritora guatemalteca en la FILO: «Así como otras mujeres en otros momentos de la historia nos han dejado libros, nosotras en este momento estamos dejando canciones y las mujeres en el futuro van a reconocer lo que las mujeres sentíamos»

Ciudad de México (N22/Ireli Vázquez).- Rebeca Lane es conocida por su música y sus letras. Dentro de éstas los temas de feminicidio, mestizaje, violencia y diferentes luchas sociales son una forma de rendir protesta ante las injusticias que se han vivido.

Nació en Guatemala y su vida está marcada por la guerra civil de ese país (1960-1996). Rebeca comenzó a incursionar en el activismo político cuando tenía tan solo doce años de edad; el motivo: la desaparición de su tía, la guerrillera y poeta Rebeca Eunice Vargas Braghiroli, en manos del ejército guatemalteco en 1981.

Rebeca Lane ha publicado cuatro discos: Canto (2013), Poesía Venenosa (2015), Alma Mestiza (2016) y Obsidiana (2018). Pero su trabajo no comienza ni termina con la música, pues también es poeta y socióloga de profesión. Como poeta ha publicado en diversas revistas literarias y ha incursionado en la actuación, participando en varias obras de teatro. En su rol como socióloga, ha realizado investigaciones sobre culturas juveniles y tribus urbanas y, además, es fundadora de Somos Guerreras, un proyecto que visibiliza el trabajo de las mujeres centroamericanas en el hip hop.

Hoy a las 21 horas, Rebeca se presentará con un showcase dentro de las actividades de Suena la FILO (Feria Internacional de Libro Oaxaca 2020), en la cual se busca la sensibilización hacia la literatura de la mano de otras expresiones artísticas o culturales. Asimismo, se realizará la presentación editorial de Hierbamala, un libro que recopila por vez primera su obra poética, así como una antología con sus canciones más destacadas.

A propósito de esto, platicamos con la guatemalteca.

¿Cómo te sientes de tener esta participación dentro de la FILO 2020? Y sobre todo, ¿cómo te sientes al presentar un libro sobre tu poesía?

Estoy muy emocionada porque cuando empecé a escribir rap, uno de los primeros lugares en los que yo cantaba era en espacios literarios, porque ya participaba en lecturas de poesía, entonces yo llegaba como “miren estoy haciendo una cosa nueva” entonces le ponía play a la instrumental y me ponía a rapear, era como “estoy haciendo poesía pero en este formato”.

En general la forma en que yo he ido creciendo en mi carrera, no ha sido gracias a la cultura hip hop, esto es triste porque yo sí me identifico con la cultura hip hop y sí he trabajado mucho por la cultura hip, hop, pero dentro de ésta no hay cabida para el tipo de propuesta que yo tengo, y la forma en como yo he podido salir adelante en mi carrera es gracias a los grupos de mujeres, y gracias a los espacios culturales y de derechos humanos como esta Feria del Libro que están apostando por reconocer los distintos tipos de literatura. […] Estoy muy honrada, y me tiene muy enconada y triste a la vez, porque el plan original era hacerlo en vivo y estaba súper contenta porque íbamos a poder viajar con la propuesta del show, con dj, y ahora va a ser en versión digital-

Sobre Hierbamala, debo de confesar que me siento nerviosa, me da más pánico escénico la parte de la poesía que la música, porque de alguna forma en el rap tú te creas un personaje a partir del cual se hace un performance en vivo, entonces este personaje, digamos, te protege de alguna forma. En cambio, la poesía es un ejercicio para mi mucho más íntimo porque no hay una mediación entre el poema y la persona que lo va a recibir. Para mí es un momento muy lindo poder compartir estos textos.

Dentro de tus redes sociales mencionas que “sí alguien te pregunta por qué escribes, les contestarías que es para sentirte viva”, pero ¿cuál es la razón por la que cantas?

Para mi tanto escribir como cantar es la forma en que me permite sanarme. Y este proceso de compartirlo siento que también me ayuda muchísimo a darme cuenta de que mis experiencias han sido experiencias que también han tenido otras personas. Yo creo que no es solo es el hecho de escribir o cantar, digamos eso es quizá algo muy personal, pero también el hecho de compartirlo es entenderme a mí, en este mundo, en este contexto, en la situación de ser mujer en mi territorio.

¿Por qué elegir el género del rap?

No fue que yo haya dicho, “tengo diez géneros para elegir y voy a elegir el rap”, sino que, en mi caso, en el caso de Guatemala, en el caso de Centro América particularmente el hip-hop y el rap es una cultura que empieza a desarrollarse sobre todo en la posguerra, en 1966 se firman los acuerdos de paz y entonces como que esos años posteriores el arte y la música empezaron a ser un espacio de participación de jóvenes que durante la guerra no se habían podido tener.

Creo que el hip-hop es una cuestión generacional, a mí me tocó vivir esa generación en que empezamos a activarnos y empezamos a organizarnos en eventos de hip-hop que se empezaron a hacer este tipo de expresiones artísticas y culturales; están vinculadas con una generación donde nos enseñaron a callar y, precisamente, el rap lo que te enseña es a sacar la voz y a decir qué es lo que estás pensado, qué es lo que estás viendo, qué es lo que estas sintiendo.

En muchas ocasiones has señalado el hecho del por qué tocas ciertos temas: las luchas sociales, el alto a la violencia y el alto al feminicidio, entre otros, pero ¿en qué momento te diste cuenta de que era de eso sobre lo que querías escribir?

Nunca lo pensé de esa forma, realmente siempre pensé en escribir sobre las cosas que me estaban moviendo y a mí lo colectivo siempre me ha movido mucho. He sido activista desde pequeña, es más, yo creo que antes de escribir empecé siendo activista, entonces era algo en lo que yo ya estaba profundamente involucrada, […] entonces las cosas que sucedían era lo que me llenaba de la necesidad de poder sacarlo de alguna forma, para no quedármelo adentro. La escritura fue definitivamente fue una de las primeras cosas que me ayudó muchísimo a poder sacar lo que yo sentía, y luego ya pude compartirlo y fue que me di cuenta de que era importante para otras personas y que nos unían estos pensamientos y sentires.  

Muchas veces se podría llegar a pensar Guatemala y México son países totalmente “diferentes”; sin embargo, la realidad nos muestra otra cosa y tristemente compartimos cosas como feminicidios, narcotráfico, lucha de poderes… ¿qué piensas acerca de que tus canciones se pueden identificar fácilmente en otros lugares y no solo dentro de tu país?

Yo creo que precisamente esta mentalidad de que los países tienen realidades distintas es lo que los Estados Nacionales han logrado, pero tú cruzas la frontera y te das cuenta de que las problemáticas de las personas son similares porque los problemas son regionales y en toda América Latina si bien tenemos una cargada de injerencia estadounidense, tenemos sistemas coloniales aún presentes. Por ejemplo, la violencia feminicida que se vive en México no es distinta a la que se vive en Guatemala, Honduras y El Salvador, que es el triángulo norte de Centro América,  junto con México, que tienen los índices más altos de feminicidios, entonces, finalmente nuestras problemáticas son regionales y no nacionales, y si bien los Estados implican ciertos tipos de violencia, regionalmente como estamos inscritas en un modelo  más amplio que nuestros pequeños países, pues también los problemas que nos atraviesan son similares.

¿Por qué crear Somos Guerreras?

La iniciativa de Somos Guerreras, surgió un poco en el camino. En los primeros lugares que empecé a salir a cantar me preguntaba ¿dónde estaban los mujeres en el hip-hop? Y no pasaba solo en Centro América sino en México también, que aunque tiene una escena de hip- hop  tan grande en el que hasta hace algunos años solo existía una colectiva de mujeres que solo estaba en la Ciudad de México, entonces yo iba a Querétaro, iba a otras ciudades, un poco más pequeñas y la pregunta era: ¿dónde están las mujeres? las quiero conocer, quiero platicar con ellas, quiero saber qué es lo que están haciendo, quiero crear redes. Entonces creamos espacios de convivencia y se hizo un evento de mujeres, lo organizamos y así se fue armando estas pequeñas redes en Centro América y México a partir de las cuales podíamos ir organizando estos eventos y también irnos conociendo e ir reconociendo lo que unas y otras estuvimos haciendo.

Asimismo, era importante que dentro de esta gran dinámica del hip hop se reconozca también lo que nosotras estamos haciendo y que se luche también por tener espacios propios, porque en los espacios mixtos normalmente somos bastantes discriminadas.  

Algo que me gustaría preguntarte respecto a la música, es lo siguiente: Hace unas semanas salió una declaración de Vivir Quintana sobre “Canción sin miedo”, ella mencionaba que, aunque su canción se ha hecho un himno para las mujeres y para pedir un alto a las injusticias y el feminicidio, a ella no le gustaría que se siguiera cantando porque eso significa que todas esas injusticias siguen pasando. ¿Te pasa algo similar con tus canciones?

Antes de contestarte eso me gustaría decir lo siguiente: hace unas semanas se hicieron manifestaciones en varias ciudades de Guatemala, que debo de acotar que esto también es un reto, porque normalmente las movilizaciones han sido en la ciudad, pero esta vez se movilizaron desde varios territorios. Lo que hicimos fue reunirnos y cantar la canción de Vivir Quintana, adaptada a Guatemala, con los nombres de las mujeres aquí y fue muy emotivo, fue muy triste también, estuve viendo los videos de los lugares donde se tuvo la manifestación, y estaban llorando porque es algo que nos mueve y nos conmueve mucho.

En el caso de mis canciones, lo que si intento en la narrativa de la canción, es ir escribiendo tanto esas cosas que nos lastiman como las cosas que nos hacen levantarnos. Entonces, yo no quisiera que se dejan de escuchar porque están, no sólo las razones por las que estamos tristes o por las que estamos enojadas, sino también las personas por las que estamos luchando y, de alguna forma, creo que estas canciones por mucho que nos causen dolor, también cuentan la historia de nuestra era, y esto tiene que ser reconocido. Así como otras mujeres en otros momentos de la historia nos han dejado libros, nosotras en este momento estamos dejando canciones y las mujeres en el futuro van a reconocer lo que las mujeres sentíamos y vivíamos en este momento histórico.