Flavita Banana y Maitena, humor, feminismo y absurdo

¿El humor abraza? ¿El humor muerde? ¿El humor pone el dedo en la llaga? ¿El humor nos lleva a la reflexión? Con su característica agudeza viñetista e historietista reflexionan y ríen de los temas que abordan en su trabajo

Ciudad de México (N22/Ana León).- En noviembre del 2019, la caricaturista barcelonesa Flavita Banana visitó la Ciudad de México y pudimos platicar con ella. En aquél otoño sin pandemia, Flavia nos decía que dibujar es «mirar y traducir con la mano»… y más. Es una síntesis de pensamiento bárbaro que en un par de trazos y una sola imagen te lanza mucha información, puedes saber qué ha ocurrido antes y qué ocurrirá después y, además, hay humor. Hacer humor no es fácil. Tampoco explicarlo.

La Feria Internacional del Libro de Oaxaca en su edición 40, reunió a estas dos conocidas artistas del trazo en una mesa que llevó por nombre Abajo el amor y arriba… nosotras. Viñetas para el desengaño. En poco más de cincuenta minutos y acompañadas de la periodista mexicana Mariana H —entre muchas, muchas risas—, abordaron los roles y los estereotipos femeninos de los que hablan y que cuestionan en su trabajo y cómo éste llega a las y los lectores.

Es interesante el diálogo tan directo que ellas tienen con sus lectores y del que hablan en esta mesa, quienes las increpan y las llenan de preguntas en el día a día sobre aquello que plasman en su trabajo y que interpela directamente a quienes las leen. Situaciones de vida cotidiana que no son ajenas a las y los otros.

La idea del amor romántico sirve a ambas para sacar una serie de tiras y reflexiones que la critican y con las que le dan vuelta y media a esta construcción social que ha puesto de cabeza a más de uno. Y también la idea de felicidad, esa promesa de felicidad en pareja, de felicidad como madre, de la felicidad del «éxito». Una positividad enfermiza que en estos tiempos, incluso pandémicos, impera. Eso llamado «mandato de la felicidad» del que echan mano lo mismo la política que la mercadotecnia.

Y también está esa idea de la felicidad en compañía, sobre todo en el caso de las mujeres, de mujeres que ejercen ese derecho a estar solas, por llamarlo de alguna manera. «El dibujante es una persona solitaria. Soy dibujante porque me gusta estar sola, porque me gusta pasar horas dibujando, pensando, escuchando música… Soy muy sociable cuando soy sociable, pero me encanta la soledad. No necesito estar con alguien. No necesito comer con alguien.», dice Maitena.

Más allá del amor romántico, los roles de género, porque también hablan de lo mucho que ahora se tienen que cuestionar los hombres frente a una realidad que ya no los pone como centro del universo. Y, en conjunto, la idea general de lo que es la felicidad, la felicidad entendida como un objeto de deseo.

Aquí puedes ver completa esta charla.

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