El nuevo Museo Kaluz abre sus puertas con un mural escultórico al aire libre de Vicente Rojo

El inmueble dedica su espacio al arte mexicano; en su concepción, Rojo usa piedra en su mural para que ésta dialogue con el edificio y el paisaje

Ciudad de México (N22/Huemanzin Rodríguez).- En el Centro Histórico de la Ciudad de México, en la colonia Guerrero, se ha abierto un museo nuevo con capital privado en un edificio antiguo. En la esquina de paseo de la Reforma y Avenida Juárez, frente a la Alameda Central, está un viejo edificio del siglo XVI que ha tenido varios usos. Durante la Colonia, fue la Hostelería de Santo Tomás de Villanueva, donde dormían los monjes que viajarían a Filipinas. En años recientes, hasta hace muy poco, ahí estuvo el Hotel Cortés. Después de un proceso de restauración abre aquí sus puertas el Museo Kaluz, dedicado al arte mexicano. En el muro exterior que queda del lado de Paseo de la Reforma, a un costado del Templo de San Hipólito, está el mural escultórico al aire libre titulado Jardín urbano, obra reciente del artista Vicente Rojo.

Para Rojo, esta obra busca integrar lo antiguo con lo actual a través de sus formas y sus materiales, pues está hecho con piedra.

¿Cómo nació la forma de este mural?

Las dimensiones del muro en donde me propusieron trabajar son 20 metros por 5, me parecía que era demasiado. Así que estudié el edificio, miré con atención la fachada y vi que había unos ejes verticales entre las ventanas y las puertas. Pensé que lo ideal para ocupar este espacio tan grande era dividirlo en diez fragmentos para que, aunque nunca se deja ver completa la fachada, el mural fuera una especie de continuación envuelta en la piedra de tezontle. Por otra parte, yo sabía que dentro de la colección había una importante sección de paisaje mexicano, y yo pensé que lo ideal era acercarme a ese paisaje, cada una de esas diez secciones que tiene este mural escultórico representa a un árbol.

Para hacer esta obra, tuve una excelente colaboración con todo el equipo del museo, pero en especial con el arquitecto Pérez de Salazar, quien es un experto en la restauración de edificios coloniales.

Este tipo de piedra es difícil, temperamental, por decirlo de alguna manera. ¿Cómo la hizo hablar como usted quería?

En general, la paleta de mi pintura es más bien baja, no muy chillona, y cuando el arquitecto Pérez de Salazar, encargado de la restauración del edificio, me compartió sus modelos de piedra, me mostró doce o catorce tonos de color. Me dijo: “viene piedra de Hidalgo, de Guanajuato, de Oaxaca.” Escogí los tonos más “grisosos”, pero que estaban reflejando colores como un rosa, un par de grises, un café claro. Había un verde que me gustó mucho que no está tan presente en el mural. Porque a mí no me gustan las cosas demasiado llamativas que están en exteriores, creo que siempre deben integrarse al entorno, al paisaje.

¿Cómo ha sido para usted el proceso creativo en estos meses de pandemia?

Ha sido una temporada muy difícil para mí, muy compleja, no muy clara. Con un futuro que, como la mayoría de las personas, tampoco es claro. A finales del año pasado había acabado una exposición que es el final de mi serie de letra, que se presentará en Estación Indianilla en algún momento del año entrante. Curiosamente a partir de que hice este Jardín urbano, ya había hecho para el Museo Kaluz un conjunto de litografías de diez planos de jardines, que yo llamo Planos de jardines a vuelo de pájaro. Y me hago la ilusión de que eso será mi nueva serie. Y, por otro lado, para estos meses había organizado una exposición retrospectiva pero, naturalmente, se pasó al año entrante. Me he sentido un poco limitado en estos meses, no sé si diría asustado y he trabajo no como siempre. Sin embargo, tengo estos dos proyectos que están acabados desde finales del año pasado.

Vicente Rojo en el Museo Kaluz. Imagen: Huemanzin Rodríguez.

La ceremonia de inauguración del Museo Kaluz fue frente al Jardín urbano, a la una de la tarde del jueves 22 de octubre, con la presencia de la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum; Antonio Del Valle, presidente de Kaluz; Antonio del Valle Ruiz, fundador del Museo Kaluz y el artista Vicente Rojo.

Sheinbaum Pardo, agradeció a nombre de los habitantes de la Ciudad de México el esfuerzo de la familia Del Valle por rescatar el edificio que alberga el museo e invertir en cultura para la capital.

«Esta inversión fundamental que se ha hecho en este museo es importantísima para seguir creando esta cultura permanente, porque no solamente es la historia y la riqueza histórica, sino cómo avanza este Centro Histórico y esta ciudad… Muchas gracias por cómo quieren a esta ciudad y la inversión que han hecho y particularmente, en la cultura, en un museo.» La Jefa de Gobierno aseguró que este museo forma parte de un plan de desarrollo y recuperación de esta zona del Centro Histórico.

«Esto es parte de un proyecto integral, Santa María la Redonda, que es la colonia que está aquí atrás, fue intervenida desde el año pasado y seguimos interviniendo para recuperarla. Y no recuperarla para expulsar a los habitantes, sino recuperarla para los propios habitantes y para todos los visitantes del lugar. Y aquí contribuyó mucho también la Fundación Kaluz, no solamente con el museo, sino con esto que vemos aquí que es la renovación de Avenida Hidalgo, que fue una parte muy importante del proyecto que ustedes hicieron.»

Museo Kaluz. Avenida Hidalgo 85. Centro Histórico. Imagen: Huemanzin Rodríguez.

Para Antonio del Valle, el mural de Rojo refleja dos aspectos muy importantes de la colección Kaluz: los artistas de exilio español y el paisaje. El Museo Kaluz, dedicado al arte mexicano, abre sus puertas este domingo 25 de octubre. La visita se puede hacer sólo bajo inscripción previa en la página del museo, para cumplir con todas las normas sanitarias necesarias.

Fotografías en el taller de Vicente Rojo: Guadalupe Alonso

Imagen de portada: Huemanzin Rodríguez