Un proyecto que consiste en impartir talleres en línea para brindar contención y acompañamiento a las personas que se encuentran confinadas
Ciudad de México (N22/Karen Rivera).- Los seres humanos pueden imprimir en su cuerpo una amplia lista de torturas gracias a su imaginación o a la realidad. El estrés es uno de estos tormentos que se activan cuando las personas perciben peligro. ¿Qué sucede con la mente y el organismo bajo este tipo de circunstancias? La respuesta es compleja e involucra aspectos biológicos, psicológicos y socioculturales.
«El estrés básicamente podría pensarse como una condición en la que sentimos que perdemos control de circunstancias de la vida y entonces las demandas del entorno, las exigencias, pues nos se exceden. Tenemos la percepción de que no podemos hacer frente a estas circunstancias y genera un malestar psicosocial», señaló Carlos Contreras, investigador del Departamento de Sociología de la UAM Iztapalapa.
Además de este malestar, el estrés genera una sobreactivación biológica, esto quiere decir que activa las vías neuronales del sistema nervioso, las humorales segregadas por hormonas y las vasculares sanguíneas del sistema inmunológico. Lo explicaré de la siguiente manera: en el momento en el que el cerebro humano percibe el peligro, el instinto del miedo recibe el mensaje e inmediatamente activa el botón del pánico, aumenta el ritmo cardiaco y respiratorio, lo que permite al cerebro y a los músculos pensar y moverse más rápido, el hígado libera azúcar para que estos la consuman y se producen glóbulos blancos. El consumo de energía extra que experimenta el cuerpo produce un desgaste fisiológico lo que da lugar a las enfermedades. Y ¿qué papel juega la ansiedad en todo esto?
«La ansiedad es uno de los primeros elementos que tenemos para detectar que hay un proceso de estrés ahí, pero claramente puede distinguirse la ansiedad pura de la ansiedad generada por situaciones como las que estamos viviendo, donde no solamente nosotros individualmente o familiarmente estamos enfrentando dificultades, sino la sociedad en su conjunto y en el futuro se puede prever este tipo de efectos negativos de la epidemia.»
El doctor Carlos Contreras lidera el proyecto Brigadas Digitales Bienestar Psicosocial que surgió en la Universidad Autónoma Metropolitana, campus Iztapalapa, que consiste en impartir talleres en línea para brindar contención y acompañamiento a las personas que se encuentran confinadas. Uno de los talleres es precisamente el de aprender a manejar el estrés y la ansiedad.
«Parte de lo que hacemos en este taller es que la gente aprenda a relajarse, a través de respiraciones, ciertos pensamientos, ciertos procesos que se les enseñan; tiene una parte mental, las personas tienen que reflexionar en los pensamientos que están teniendo en cada momento y llevar cierto control, esta es la parte metacognitiva del proyecto, de la intervención; y finalmente tiene una parte emocional, la ansiedad. Aquí es donde nosotros les enseñamos a hacer ciertos ejercicios para controlar esa ansiedad.»
Algunas de las situaciones que las personas sienten amenazantes se encuentran en la imaginación, por ello, entre las recomendaciones para controlar el estrés se encuentran las de centrarse en el presente y el futuro no es necesariamente el imaginado.