No para todos funcionan igual los días, algunos se ponen muy creativos, otros optan por la introspección, pero hay obras de la literatura universal que fueron creadas desde el encierro. Aquí, algunas
Ciudad de México (N22/Miguel Vázquez).- Películas, libros, conciertos, talleres, conferencias y diversas actividades artísticas se han puesto, de manera gratuita, a disposición del público en general a través de distintas plataformas electrónicas, para sobrellevar la cuarentena causada por el COVID-19.
Si bien es cierto que son muchas las actividades que podemos encontrar en línea, también existen otro tipo de alternativas que fomentan la creatividad y nos ayudan a enfrentar el aislamiento: concursos de foto, cine, teatro y literatura son algunos ejemplos de ello.
Por tal motivo, presentamos una selección de obras literarias que fueron escritas durante algunos encierros. Sirvan como fuente de inspiración para todas aquellas personas que llevan un escritor dentro.
Dos de las historias más interesantes y, hasta cierto punto misteriosas, son sin duda, la de Miguel de Cervantes y Shakespeare. Por un lado, el escritor español afirma en el prólogo de El ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha (1605), que su obra fue engendrada en una cárcel «…donde toda incomodidad tiene su asiento y donde todo triste ruido hace su habitación…». Los especialistas en la obra de Cervantes afirman que el Quijote pudo haber sido escrito, o por lo menos pensado, en algunas de las cárceles [Castro del Río 1592, y Sevilla, 1597] que pisó el autor en vida.
Por otro lado, algunos críticos de la obra de Shakespeare creen que El Rey Lear y otras obras fueron escritas durante la peste de 1603, la cual provocó el cierre de teatros por más de setenta meses. Sin embargo, esta información no está comprobada.
Además de esas obras indispensables para la literatura universal, existen una gran cantidad de casos que podríamos citar en este recorrido, por ejemplo la creación de Frankestein, el Diario de Ana Frank, obras de Oscar Wilde, Fiódor Dostoyevski o del Marqués de Sade; sin embargo, nos limitaremos a mencionar obras que, si bien son sumamente reconocidas en el mundo de las letras, sus procesos creativos no son del todo conocidos.
Emily Dickinson es quizá, uno de los casos de reclusión más enigmáticos de la literatura universal, ya que, a partir de 1860, ella misma decidió aislarse en su propia habitación, para salir, únicamente, a dar paseos por su jardín. No obstante, el encierro no le impidió escribir más de mil 700 poemas, de los cuales, sólo diez fueron publicados en vida de la artista.
Arthur Rimbaud es considerado uno de los mejores poetas de todos los tiempos, principalmente, porque escribió toda su obra entre los 14 y los 19 años. Llevó una vida desenfrenada y llena de excesos que compartió junto a su pareja sentimental, el poeta Paul Verlaine. Después de una dura pelea con Verlaine, la cual culminó en un disparó que lo dejó herido, el poeta decidió aislarse por voluntad propia en la granja de su familia para terminar su única obra que publicó en vida Una temporada en el infierno (1873). Por otro lado, el poeta Paul Verlaine fue sentenciado a prisión. Privado de su libertad, escribió una gran cantidad de poemas que más tarde incluiría en el poemario Sabiduría.
A la edad de 17 años, Leopoldo María Panero es diagnosticado con esquizofrenia, motivo por el cual estuvo recluido en diversos manicomios, lo que no le impidió escribir más de cincuenta libros tanto de poesía, ensayo, textos narrativos e incluso traducciones. A partir de su locura, Panero construyó un universo literario con las infinitas posibilidades que el lenguaje le brindó a su cometido. Panero resignifca y reacomoda las palabras, desorganiza el pensamiento poético, destruye la sintaxis y la acomoda a su gusto. Sin duda el encierro no le impidió producir una cantidad impresionante cantidad de obras por lo que es considerado uno de los mejores poetas españoles de todo el siglo XX.
México también ha contado con escritores que han conseguido crear obras literarias cuya calidad las ha convertido en piezas indispensables para la literatura. Tal es el caso del El apando, de José Revueltas. Obra escrita durante la estancia del escritor en la Cárcel Preventiva de Lecumberri. El apando cuenta la historia de una cárcel dentro de otra cárcel, realidad y ficción se mezclan para reflejar una sociedad que está condenada a la decadencia. La prisión se manifiesta no sólo en el contexto, también en los sentimientos de los personajes, en sus pensamientos y en los cuerpos mismos
Como hemos visto el encierro puede presentarse en distintas formas, desde estar atrapado en una cárcel, un manicomio, elegirlo por voluntad propia, o como en este caso, por una pandemia.
Fotograma de A Quiet Passion