A través de la historia de un sicario retirado, José Luis Valle nos ofrece en esta cinta una reflexión sobre la violencia, no una película de violencia ni con violencia
Ciudad de México (N22/Julio López).- José Luis Valle es un director, productor y guionista egresado del CUEC de nacionalidad mexicana y salvadoreña. Ha dirigido los cortometrajes Tomo VII (2002), Gravísima, altisonante, mínima, dulce e imaginada historia (2005) y Quimera (2006). Este año se integra a la programación del FICUNAM con la cinta Uzi (2020).
Como se lee en la página del festival, «Uzi es el nombre de un arma de fuego, pero también es el diminutivo de Uziel, anciano comerciante quien en su juventud fue un asesino a sueldo. Ahora vive aplastado por la culpa. Su crisis se agudiza al ayudar en un parto: la fuerza de la vida lo fascina y no entiende cómo fue capaz de destruirla en el pasado.»
Aquí algunas impresiones de Valle:
«La película Uzi, al igual que Workers, está basada de una manera germinal en una anécdota real, otra vez de un salvadoreño, yo soy salvadoreño y estoy muy apagado a ese universo. Tenía que ver con la guerra en realidad y yo hice la adaptación a México, que fuera una reflexión sobre la violencia, no una película de violencia ni con violencia, me parece más necesario, más urgente y, además, más apegado a mis intereses.»
«Es la historia de un sicario retirado y es, también, un poco reflexionar sobre el ámbito de la pobreza espiritual y la pobreza material que lo rodea, arrepentimiento, redención, etc.»
«Creo que hay una gran culpa del gremio audiovisual en la descomposición social porque se ha idealizado la figura del criminal y se ha hecho como algo aspiraciónal. Emparentan la figura del criminal con Robin Hood. El Robin Hood que está recuperando lo que es nuestro. Si el petróleo es nuestro o la gasolina, entonces hay que recuperarla, entonces no va por ahí. Nunca es justificar que, el señor, porque no tiene empleo hace eso.»
«No tiene que ver con pobreza sino con cultura, con dinámicas culturales de los barrios, me encanta eso. Hay también un homenaje, muy personal; me encanta la gráfica popular, este fenómeno que es del tercer mundo pero que en México alcanza su apoteosis total. Es la gente que dice: «¿para qué voy a contratar a alguien que haga un rótulo de mi negocio si lo puedo hacer yo».»
«Así como no me gusta lo discursivo, ni lo panfletario, ni la denuncia, también, por supuesto, estoy en contra de la pornomiseria, no iba por ahí.»
«Yo tengo una manera personal de contar, no va al grano, no busca la espectacularización sino, al contrario, me gusta como espectador un cine que desdramatiza un poco, que enfría, es más como para reflexionar.»