Humor, tradición e inclusión son los ingredientes de un proyecto originado por el azar que ha sabido hacer camino y crear identidad
Ciudad de México (N22/ Ireli Vázquez).- La mezcla entre faldas de colores, maquillaje artístico, tacones, sátira y música regional, son la esencia de la compañía de danza con temática gay, México de Colores; sin embargo, el ingrediente principal son sus bailarines, quienes con su personalidad llevan al escenario las coreografías. Una agrupación que utiliza las bases del folclore tradicional, para contar historias, sus propias historias.
«Es una compañía de danza integrada sólo por hombres, está inspirada en el folclore nacional con la diferencia de que es la primera compañía de danza que tiene temática gay», explicó en entrevista el director y fundador, Carlos Antúnez.
Su historia se remonta a mayo de 2011, donde, como lo explicó Carlos, «fue casi una casualidad». Hace nueve años para conmemorar el Día Mundial Contra la Homofobia, el Centro Cultural Universitario de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), le brindó un espacio a José Rivera (director de La Cebra Danza Gay), en el cual podría presentar diferentes espectáculos con temática gay. Ahí fue cuando Carlos recibió la llamada que quizá le cambió para siempre la vida.
«Me dijo, “oye, ¿tú crees que me puedas armar algo que tenga que ver con el folclore y la temática gay?” y dije “bueno, sí, yo creo que sí”. Llamé a nueve chicos que trabajan conmigo en otros proyectos y armamos cuatro coreografías que pensamos que se iban a presentar una sola ocasión. Yo no tenía ni el plan, ni el proyecto de tener una compañía de ninguna temática, menos de ésta. Las circunstancias nos llevaron a ir aceptando invitaciones, la insistencia de estos nueve chicos, y que también en el fondo creo que quería continuar con algo, y así fue como nació.»
¿Por qué el folclore?, es uno de los cuestionamientos que con frecuencia le pueden hacer a Carlos Antúnez, su respuesta podría ser rápida si él contestara que se desenvuelve en el medio del espectáculo folclórico. Sin embargo, ésta va más allá, «la danza mexicana es nuestra, cuenta lo que somos y es muy curioso que si uno se pone a ver todas las Películas de Oro que representan lo que se supone que es México, nunca encontramos un homosexual, no hay, y si llegamos a encontrar a uno, siempre es un personaje burdo, un personaje estereotipado, entonces me di a la tarea de decir, «bueno, también nosotros estamos aquí, también somos mexicanos y estamos orgullosos de serlo, y también nos gusta nuestra música, bailar y crear».»
Algo que caracteriza a esa compañía de danza es la forma en que porta los trajes típicos y el maquillaje, donde en vez de hacerles una deformación, los cambian y combinan para bien, para enriquecerlos. Lo que podría ser una debilidad para algunos, para el director es una fortaleza al dar un mensaje de inclusión.
«Soy una persona que por algún motivo no me gustan las cosas fáciles, por ejemplo, el maquillaje: quería que lucieran, pero no los quería de travestis, los quería como unas muñecas de Huehuetoca, con “pestañotas” y “chapotas”. En la cabeza no quería pelucas, y pensé en ¿cómo mexicanizarlo al máximo? Se me ocurrió el rebozo, ¿qué es más mexicano y versátil que el rebozo? Tiene texturas, colores, tiene un idioma, inclusive. No creo que se caractericen de mujeres. En ocasiones me han dicho que por qué se visten de mujeres y siempre les respondo que yo nunca he visto a una mujer maquillada así, el maquillaje se trata de una sátira de un personaje mexicano que los que hacemos folclore lo entendemos bien, y se le llama marenguias, la única diferencia es que esto no tiene que ver con sexualidad, tiene que ver más bien con humor y tradición, y aquí en México de Colores por supuesto agregamos el discurso de inclusión.»
Actualmente México de Colores cuenta con treinta bailarines y tanto ellos como el director han descubierto, con el paso de los años, que el propósito de la compañía no habla de aceptarse y ser feliz siendo gay o bisexual, habla de ser feliz tal y como se es, con el cuerpo, el color de piel, si se es hombre o mujer.
«El espectáculo va a hacía varios lados y creo que el público que viene a vernos, sobre todo el público que no sabe qué va a ver, llega y simplemente siente bonito al oír la música, le gusta lo que está viendo, piensan que están interpretando de una manera adecuada las danzas, y entonces se conecta, se ríe y al final no importa tanto la preferencia sexual, lo que importa es lo que está viendo ahí arriba y se da cuenta de que la preferencia sexual sólo define la preferencia sexual, nada más.»
La compañía se presentará en la Sala Miguel Covarrubias de la UNAM este próximo 28 y 29 de febrero y el 1 de marzo, donde ofrecerán al público tres programas diferentes con invitados especiales.