Octavio Paz en la India

Como embajador de México en el país asíatico, el escritor se convirtió en un puente entre dos culturas y dos geografías

Guadalajara (N22/Karen Rivera).- Para Octavio Paz la India representó su segundo nacimiento. Su estancia en Nueva Delhi como embajador de México en el país asiático, de 1962 a 1968, le permitió conciliar tradiciones artísticas y de pensamiento de dos culturas dividas geográficamente, pero unidas por la historia. Su palabra poética y su personalidad magnética lo convirtió en el promotor de la India en México y de México en la India.

Ysé Bourdon, investigadora:

«Estuvo una primera vez en la India para ayudar a la apertura de la Primera Embajada Mexicana y Latinoamericana en la India independiente, entre el 51 y el 52, dos meses y después se quedó seis años.»

Aurelio Major, poeta:

«Se creía en México que Paz que era una figura relativamente incómoda porque era un hombre disidente, de alguna manera rebelde, crítico, muy brillante. De alguna manera incomodaba a la mediocridad circundante y, por lo tanto, al enviarle a la India creían que lo estaban castigando.»

Ysé Bourdon, investigadora:

«Desarrolló como embajador una diplomacia de la cooperación, de lo que se llama hoy día cooperación sur-sur. La ayuda de México a la revolución verde de la India; por ejemplo, hizo mandar trigos, semillas de trigo, que fueron un éxito absoluto y que permitieron a la India salir adelante, en términos de agricultura, por ejemplo. »

Aurelio Major, poeta:

«Del interés que muchos escritores de América Latina, escritores importantes como Cortázar, como Neruda, como Borges y como tantos otros tuvieron por la India, pero lo que Paz llegó a conocer incluidas su pintura, su música, su poesía, es infinitamente más profunda que la de todos ellos. Paz quedó fascinado desde luego con la arquitectura, yo diría, sobre todo, con harappa y con otras manifestaciones arquitectónicas de la India, no solamente la del Taj Mahal, por citar el ejemplo más conocido.»

Ysé Bourdon, investigadora:

«En el gran ensayo de final de su vida, en el que vuelve a la India, que es Vislumbres de la India, su último gran ensayo, empieza escribiendo que lo que le impactó, digamos, llegando a la India, fue esa semejanza no visible entre los dos países, por cuestiones que recordaba de historia colonial. Hay que recordar también que fue el primero en transcribir, por ejemplo, cierto ramo de la poesía sanscrita.»

«Él decía que no era muy melómano y que en la India descubrió una música que obviamente está relacionada con el trabajo del poeta y en la última parte de la Guerra Este, que consta de un sólo poema que es Blanco,  pues se vuelve a encontrar esa influencia en términos incluso visuales porque el material poético está dispuesto en forma de un mándala y de un mándala que es, quizás y esto me gusta pensarlo, el equivalente indio del laberinto mexicano.»

Aurelio Major, poeta:

«Este viaje a la India para él significó, él mismo lo dijo varias veces, un renacimiento y en ese periodo escribió los libros más importantes en mi opinión.»