Algunos detalles de las nominaciones y la cintas que figuran en la justa de este año; después de tres años se vuelve a premiar la categoría de Mejor Largometraje de Animación
Ciudad de México (N22/Julio López).- Con el paso de los años los Premios Ariel se han transformado, han modificado sus reglas y estatutos para hacer que esta entrega de reconocimientos sea lo más transparente posible; sin embargo, siempre hay particularidades que generan polémica.
En 2018 se premiaron 26 categorías. Este año se redujeron a 24 pues despreciaron los rubros de mejor actor y actriz de cuadro que recayeron, en 2018, en Andrés Almeida por Tiempo compartido y Bernarda Trueba por la Región Salvaje. Además, los apartados que reconocían a la actriz y al actor revelación se fusionaron y se transformaron en Revelación Actoral.
Después de tres años se vuelve a premiar la categoría de Mejor Largometraje de Animación, que en años anteriores se declaró desierta. Ahora compiten Ahí viene Cascarrabias, de Andrés Couturier; El ángel en el reloj, de Miguel Ángel Uriegas; La leyenda del Charro Negro, de Alberto “Chino” Rodríguez; y Ana y Bruno, de Carlos Carrera.
Es curioso el caso de Carlos Carrera pues tiene dos películas nominadas que tardaron casi 10 años en llegar a los Premios Ariel; la primera de ella es Ana y Bruno que tuvo un proceso de producción que se alargó por más de una década; y la otra es De la infancia, que en 2010 ganó el premio a Mejor Director y a Mejor Actor en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara. Apenas el año pasado tuvo su estreno comercial como parte de la 64 Muestra Internacional de Cine de la Cineteca Nacional.
Y como suele suceder siempre, se extraña la presencia de algunas películas como Guerrero, de Ludovic Bonleux un crudo documental sobre desapariciones forzadas, violencia, narcotráfico, corrupción e impunidad. La negrada, de Jorge Pérez Solano es otra de las omisiones, una historia que se desarrolla en Oaxaca, en la Costa Chica, un sitio que se ha quedado detenido en el tiempo donde la actividad económica escasea y la tradiciones y costumbres prevalecen.
Sorprende que largometrajes como el Dia de la Unión obtengan algunas nominaciones y otras propuestas más amables y mejor contadas como El Peluquero Romántico, de Iván Ávila ni siquiera figuren.